Nómada*
En los municipios de Zacatecas y Guadalupe, sin duda alguna la bebida más tradicional es el aguamiel, bebida obtenida de una de las plantas más prodigiosas en México, el maguey.
Diversos estudios coinciden en afirmar que México es el centro y origen del maguey y ya desde época prehispánica se ha utilizado esta planta para obtener papel, vestido, cuerdas y sobre todo alimento y bebidas.
Dice la maestra Beatriz Oliver Vega que entre los agaves que producen bebidas alcohólicas, además del A. Tequilana y el A. Angustufolia tenemos el A. lattisima jacobi, de donde se saca el aguamiel, ingrediente fundamental en la elaboración del pulque.
Las evidencias arqueológicas indican que hace más de 10,000 años, los grupos nómadas y seminómadas utilizaban distintos tipos de agaves para la extracción de fibras y como alimento. En Zacatecas, Cuauhtémoc Esparza Sánchez nos habla sobre este tema de la siguiente forma: “A la falda del cerro habitan mis primeros pobladores, los zacatecos… Se sustentan con frutos y raíces silvestres de la estación y animales de caza. Hacen pan con las vainas de mezquite y mezcal con las hojas de maguey”.
En otras crónicas de época colonial se narra que en Zacatecas ya se elaboran bebidas alcohólicas con el producto de la tuna, como lo es el colonche y por supuesto también desde esta época se ha consumido el aguamiel entre la población.
En cuanto a la mitología relacionada con el aguamiel y el pulque, se dice que cuando empezó el reinado de los chichimecas, la diosa Itzpapálotl los llamó y les dijo: “Vos debéis de construir como vuestro señor a él ¡Uactli! ¡Id para allá hacia Neguameyocan, fundad la casa de Tzihuac y la casa del agave silvestre!”.
En los códices Maglia becchi, florentino y Laud se muestra una conexión entre los dioses del ciclo agrícola y los del pulque, dice Beatriz Oliver; “Entre estos destaca Tezcalzóatl, como el propio pulque al igual que la diosa Mayahuel patrona del día Tochtli, quien se muestra dentro de la planta del maguey adornada con el Quechquémitl color esmeralda, decorado con franjas amarillas. En el códice Borgia, Mayahuel vestida de blanco personifica al pulque, ya que este color es el del vino”.
En el Zacatecas colonial, los indígenas tlaxcaltecas que acompañaron a los españoles en la colonización del norte, trajeron seguramente sus técnicas tradicionales para elaborar pulque y aguamiel, pero hay que resaltar que el consumo de bebidas alcohólicas estaba negado a los mulatos y negros que habitaban en Zacatecas de aquel entonces, dice un documento de 1633 que se dictó auto de denuncia contra Agustín de Barrientos, mercader de esta ciudad (Zacatecas) por vender y tener en su tienda vino de coco y mezcal. En 1646 se encuentra una denuncia de “Pedro Vázquez, alguacil de vagabundos, contra Nicolás Díaz, tabernero, por dar vino a indios y negros.
En época contemporánea ya sabemos que era una tradición de Semana Santa, tomar pulque en la famosa huerta del Vergel; la peculiaridad de la tradición de la capital zacatecana, era de que el pulque se tomaba preparado con chile.
Hoy en día en la capital del estado podemos encontrar algunos aguamieleros que ofrecen sus productos por las mañanas, diariamente; los tradicionales burritos del aguamiel, cargan con su guarichi, dentro cuatro cantaros de barro los cuales utilizan como tapón las mismas pencas del maguey. La mayoría de los aguamieleros llegan de una comunidad conocida como Hacienda Nueva y han heredado su oficio de sus padres y sus abuelos como ha sucedido con el señor Luis Mireles.
La tradición de aguamiel es una de las manifestaciones más ricas de la cultura popular que debemos cuidar y fomentar porque constituye una herencia de siglos de cultura y ritual. ■
*Espacio patrocinado por la Secretaría de Turismo de Zacatecas/ Espacio de difusión de las fiestas y tradiciones de Zacatecas del Museo Etzcuincle.
