Los recientes procesos españoles son de lo más interesante para observar posibilidades en la conformación del mapa y prácticas políticas en nuestro país. El ascenso de fuerzas emergentes que han resultado ser realmente algo nuevo, como es el caso de “Podemos” en España, pueden mostrarnos caminos que pueden resucitar la esperanza en los procesos políticos. Una de las percepciones de la población de la gente en este país es que “todos los partidos políticos son iguales”, porque percibe prácticas similares en sus formas de vida interna, de conseguir votos y ejercer el poder. Debido al cambio de partidos en los gobiernos, pero sin alteración en sus resultados. En España, por el contrario, se logró conformar una fuerza política como efecto de la lucha de los indignados, que estaban hartos del sistema político que ahogaba su país; y a diferencia de México o Argentina, que condujeron ese tipo de movimiento al terreno de la abstención electoral con sus paradójicos resultados, en España lograron poner en el terreno de la oferta política una opción de mayoría juvenil-ilustrada que ha tenido la osadía de hacer propuestas que han cimbrado los debates; como por ejemplo, la idea de establecer la Renta Básica en su programa económico y social. La renta básica universal es una transferencia monetaria a todos los ciudadanos por el hecho de ser ciudadano, con lo cual se pretende cubrir los derechos básicos a todos, al mismo tiempo que dinamizan la economía. La argumentación de la justeza de dicha medida y la posibilidad técnica de implementarla ha acaparado la atención de programas de televisión pública que analizan esa propuesta: lo cuestionan y exigen razones para creer en ella. Así, el programa pasa a ser el centro de gravedad para definir el voto. Y por ello mismo, en las elecciones que acaban de pasar no es raro que el nivel de participación ronde el 65 por ciento. Un resultado sorprendente también es el hecho de que partidos pequeños y nuevos desplacen al derechista Partido Popular y a la izquierda tradicional ubicada en el PSOE.
Justo lo que hace falta en las actuales elecciones de Zacatecas: una opción política nueva que elabore propuestas innovadoras, justificadas ideológicamente y técnicamente bien armadas. Además de éticamente creíbles por los sujetos que las sustentan. En cambio, continúa la repetición tonta de lugares comunes en los debates y un eterno y monótono eco de frases desgastadas que a nadie impactan: que regresarán a sus distritos, que bajarán dinero, que sí cumplirán, que son ciudadanos y no políticos; y otros estribillos que componen meras tonadas. La calidad de las campañas es la misma que los programas de la televisión abierta mexicana: muy cercano al desecho. Así las cosas, tomando la lección española, requerimos que surja una opción nueva que tenga de origen calidad moral, propuestas bien diseñadas, personal preparado y suficiente osadía para lanzar su oferta con la determinación de llevarla a la realidad. En Zacatecas es lo que ocupamos: ¿Podemos?
