19.4 C
Zacatecas
jueves, 18 abril, 2024
spot_img

Jóvenes, incapaces de organizarse y demandar mejores condiciones, afirma investigador

Más Leídas

- Publicidad -

Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

Producto de un sistema educativo que no desarrolla en los alumnos las suficientes habilidades intelectuales y un modelo económico que los excluye de la posibilidad de estudiar o trabajar, los jóvenes están atomizados y son incapaces para organizarse y demandar mejores niveles de bienestar, democracia y justicia. En consecuencia, constituyen una población pasiva, indefensa, sumisa y maleable sin importar la magnitud de los atropellos de que son objeto, afirmó Ricardo Arriaga Campos, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

- Publicidad -

Durante la conferencia “Desventurada tragedia demográfica en tres actos: deseducación, desculturación, desinformación”, impartida a estudiantes de la Unidad Académica de Letras de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) como parte del ciclo de conferencias “Diálogos, tertulias sobre lengua, literatura y teoría literaria”, el profesor invitado señaló que el problema comienza a temprana edad, mientras se cursa la primaria y la secundaria.

Por ejemplo, expuso que en primaria, los niños mexicanos solamente utilizan 13 vocablos o verbos de un total de 481 para construir 50 por ciento del total de su discurso, es decir, “en 13 verbos cabe el grueso de su pensamiento y estructura léxica, mientras que en secundaria con 12”.

En sustantivos ocurre lo mismo, pues 50 por ciento del discurso de un niño en primaria se cubre con 46, mientras que en secundaria se reduce a 44, lo que significa que hay un proceso de involución.

Señaló que esos datos son reveladores porque los verbos y sustantivos son elementos nucleares de las estructuras sintácticas y el pensamiento, y representan 50 por ciento del discurso, entendiendo que después de ese 50 por ciento las palabras ya no son significativas ya que aparecen de forma aislada o no pertenecen a algún grupo de estudio y son usadas de manera dispersa.

“Los estudiantes mexicanos de secundaria, después de cursarla tres años, terminan con un léxico más reducido, con menos estructura sintáctica y con una red léxico conceptual más limitada respecto a los alumnos de primaria- En consecuencia, muestran un esquema experiencial más acotado, pues tiene menos elementos para potenciarse”, expuso Arriaga Campos.

Es decir, con base en un estudio teórico y metodológico respecto a la producción escrita de estudiantes de varios niveles educativos, “demuestro la involución de la complejidad lingüística que se registra de un nivel a otro”.

Luego de tres años más de formación escolar, entonces, los estudiantes que terminan la secundaria, no solamente no incrementan el número de palabras que dominan y usan, pues tampoco aumenta la complejidad semántica.

En México, afirmó que los niños y jóvenes son excluidos de la posibilidad de desarrollarse integralmente a partir del saber y el conocimiento, del enriquecimiento profesional, el reconocimiento familiar y social, del empleo y el ingreso, y el reducido nivel de participación de los jóvenes en organizaciones sociales y formales.

Según la Encuesta Nacional de Cultura Política y Prácticas Ciudadanas, la mayoría de los jóvenes no está interesada en participar en ningún tipo de organización estudiantil, deportiva, voluntariado, religioso, de arte, cultural, etcétera.

“Así entonces, el escenario es que nuestro prometedor siglo 21 mexicano, nos sonríe con una realidad vergonzosa: a principios del siglo 21 uno de cada tres mexicanos no goza del derecho a la educación básica, y sólo 54 por ciento de los jóvenes, de 16 a 18 años, tiene acceso a la educación media superior”, expuso.

Aunado a ello, 7.5 millones de jóvenes no estudian ni trabajan y el país tiene una cobertura de 20 por ciento en acceso a la educación superior para jóvenes entre 19 y 23 años de edad, mientras que en otras naciones latinoamericanas esa cifra se duplica o triplica.

Además, Arriaga Campos dijo que más allá “del infundado optimismo oficial sustentado en el amasijo terminológico de Reformas Estructurales, en promedio sólo 5 por ciento de los alumnos de educación básica se ubica en niveles altos de desempeño en lectura, matemáticas y ciencias”.

La asimilación de conocimientos requiere de una plataforma léxica amplia y una competencia para la codificación y decodificación de textos, sin las cuales los estudiantes recorren los objetivos de los planes de estudio con ese déficit acumulativo en su capital de conocimiento.

Indicó entonces que la problemática que enfrenta la juventud en México es muy compleja y multisectorial, aunque destaca “la desesperanza en la transición de la escuela al mercado de trabajo, porque el número de jóvenes trabajadores ha disminuido, no porque no busquen, sino porque no hay”.

En ese sentido, comentó que son pocos los jóvenes con acceso a la educación superior y muchos menos los que pueden mantenerse en ella, mientras que el resto no tiene oportunidad de estudiar ni de obtener empleo, y los que lo tienen, son precarios y mal pagados, sin opciones de desarrollo.

Por tanto, “unos y otros están aislados, atomizados, descalificados, desprestigiados económica y socialmente. Unos y otros, si se atreven a manifestarse y alzar la voz, se enfrentan cada tanto a la censura, si no es que al acoso y la represión. Se enfrentan también al olvido de sociedades y gobiernos insensibles sin visión de futuro. Unos y otros están, con razón, descorazonados, desesperanzados en que, con o sin educación y empleo, haya un mañana mejor”, concluyó.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -