La Universidad está pasando por una crisis financiera, donde incluso está atorada en compromisos asumidos por la actual administración en el sentido de hacer recortes en el patrimonio y capacidades de la institución. Y como el año próximo se prevén dificultades mayores, es de esperar que la presión para los recortes de personal académico aumente. Con estas consideraciones la coordinadora de delegados del Spauaz decidió integrar en su pliego de exigencias la basificación de aquellos profesores que no tenían nada de seguridad en el empleo (base), porque eran justamente los que se veían en peligro ante la crisis financiera comentada. Así las cosas, las dos banderas del movimiento de huelga fueron la Seguridad Social, y el tema que ahora nos ocupa: la basificación de profesores vulnerables. Sin embargo, no se consiguió que se basificara a todos los profesores que tienen derecho, sino a un número limitado de horas (2 mil 800), las cuales podían alcanzar para un máximo de 280 maestros beneficiados (10 horas por profesor).
Muy pocas horas para el tamaño de la necesidad. ¿Por qué el Sindicato de Académicos aceptó un número tan reducido de horas para la seguridad en el empleo? La cosa es que ahora el sindicato se encuentra ante una encrucijada: los profesores que ya tienen base y quieren incrementar su carga, reclaman que esas horas ofrecidas por la Rectoría sean para ellos, y argumentan con razón la aplicación del Contrato Colectivo de Trabajo, lo cual significa que los profesores que no tienen nada de seguridad en el empleo, continúen en su mayoría bajo condiciones de trabajo precario y de paso implica también que el propio sindicato decide incumplirle a sus agremiados las promesas dadas durante la huelga.
Ante la situación creada, es pertinente hacer la siguiente pregunta: ¿fue legal y legítimo que el sindicato integrara esa demanda en el pliego petitorio presentado con motivo del emplazamiento a huelga? En otras palabras, ¿es legal y legítimo que establezcan la exigencia de basificar en este año al personal sin ningún tipo de base? Son preguntas con muchas respuestas válidas.
En esta lógica, el argumento de la aplicación del contrato para negarles el derecho a los vulnerables carece de validez para algunos y la defensa para otros. Por donde se le vea, la consecuencia de la autoviolación es muy grave y sin un acuerdo entre los sindicalizados, pueden llegar a la pérdida total de legitimidad interna; ya que haber integrado esa demanda para conseguir bases, y después de conseguidas las 2 mil 800 horas arriar dicha bandera y entregarles el fruto de la lucha a otros profesores, tendrá graves efectos. Ese antecedente es ácido puro para la vida sindical: nadie volvería a confiar en las banderas futuras de lucha. Lo que debe hacer el Spauaz es asegurar el acuerdo interno que dio origen al pliego petitorio, y emplazar a la institución a un proceso normal, transparente y ordinario de basificación, es decir, donde se les proporcione seguridad en el empleo a todos los que tengan el derecho.
