■ Tuvo uno de los más altos promedios en la Olimpiada Nacional del Conocimiento Infantil 2014
■ Cursó la primaria en la escuela de la comunidad San Felipe de Jesús, a cargo de Conafe
Crecer en una localidad de alta marginación no fue impedimento para que Felipa Lizeth del Río Díaz, de 11 años, obtuviera los más altos promedios en la Olimpiada Nacional del Conocimiento Infantil el año pasado, en la que compitió con alumnos de escuelas de educación primaria rurales, particulares e indígenas; y gracias a su esfuerzo fue elegida junto con otros 22 zacatecanos para conocer al presidente Enrique Peña Nieto.
Lizeth es originaria de San Felipe de Jesús, una pequeña localidad de alta marginación, ubicada a menos de 20 minutos del municipio de Trancoso, en la que viven seis familias, todos parientes.
La comunidad tiene su propia escuela, que se maneja mediante el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe). Consta de dos salones, que fueron edificados por don Pascual y sus hijos, quienes además de dedicarse a la agricultura también trabajan en la construcción.
Una de las aulas se ocupa para los estudiantes de primaria y otra para los de secundaria, aunque ya salió la generación de alumnos de este último programa, y actualmente hay siete alumnos en educación básica.
En esa escuela Lizeth cursó su primaria, junto a sus primos y hermanos, aunque no tiene sanitarios, aula de medios, ni biblioteca y mucho menos aire acondicionado, comodidades que sí tienen otros planteles del estado.
Sin embargo, dice que disfrutó esa etapa, pues convivir con familiares en clases era cómodo y eso también la motivaba a seguir estudiando. Además, tenía la ventaja de salir a desayunar a su casa durante el recreo.
Recuerda que la materia que más le gustaba en primaria eran las matemáticas, pues ponía a prueba su inteligencia, y le gustaba resolver problemas numéricos rápidamente, aunque también le agrada la ciencia y tecnología.
En sexto grado comenzó a destacar por sus calificaciones y los instructores de Conafe se dieron cuenta de su dedicación al estudio, por lo que la consideraron para participar en la competencia infantil.
Durante meses, Lizeth se quedaba una o dos horas más con sus maestros después de clases, quienes le ayudaban a estudiar y a resolver todas sus dudas.
Recuerda que primero compitió con alumnos de Conafe de la región de Guadalupe y obtuvo buenos resultados, aunque revela que no le informaron qué calificaciones sacó y con ello pudo entrar a la competencia estatal.
“Yo tuve buenos maestros y gracias a ellos y a que tuvieron confianza en mí pude conocer México (la capital del país), nos llevaron a conocer al Presidente y nos tomamos una foto con él, nos saludó y habló un poco con nosotros, luego tuvimos recorridos en la ciudad y conocimos varios lugares”, dice Lizeth.
Regresó y concluyó sus estudios de primaria; apenas cursa el primero de secundaria en la localidad El Porvenir, y viaja diariamente 5 kilómetros para llegar, como lo hace la mayoría de los niños de la zona que tienen oportunidad de acudir a la escuela.
“Cuando llegué otros alumnos me decían que por ser egresada de Conafe no era lista; según ellos los que estudiamos en ese programa somos burros e íbamos más atrasados; me he dado cuenta que muchos que nos critican están más atrasados. Yo creo que eso no importa, lo que importa son las ganas de estudiar. A mí me gustaría estudiar medicina o enfermería”, confiesa Lizeth.
Aconseja a los estudiantes que pueden pagar una escuela privada y tener herramientas como una computadora, que aprovechen la oportunidad que les dan sus padres. “Yo no tuve muchas facilidades que tienen otros niños, pero aun así me gusta estudiar, y tengo el apoyo de mis papás”, expresó.
Expone que cuando tiene tarea de informática o debe buscar alguna información, debe acudir a un cibercafé en El Porvenir, pues aunque puede conectarse con su celular a Internet, no puede elaborar trabajos específicos.
Actualmente Lizeth recibe una beca de mil pesos durante los 10 meses de cada ciclo escolar en su educación secundaria, derivado del convenio entre la Secretaría de Educación Pública y la Fundación BBVA Bancomer para los ganadores de la Olimpiada Infantil del Conocimiento.
Agrega que cada día se levanta a las 7 horas, se arregla, desayuna y se lava los dientes. Su abuelo Pascual se encarga de llevarla a la secundaria de la localidad El Porvenir, que se ubica a 5 kilómetros de San Felipe.
Tiene un receso de una hora a las 10 de la mañana, que aprovecha para desayunar en casa de su abuelo, regresa a clases y termina a las 14 horas su jornada escolar. Si su abuelo regresa a la localidad la deja en casa, y cuando no lo hace debe tomar el camión.
Llega a las 15 horas y ayuda a su madre a preparar la comida, después hace tarea y acompaña a su mamá a caminar al campo o visitan a su abuelo y tíos que viven en El Porvenir, luego continúa con las tareas escolares y repasa sus materias.
La niña menciona que quiere progresar y se siente con la capacidad para lograrlo, y uno de sus sueños es ejercer la profesión de médico, en la ciudad de Zacatecas, para ayudar económicamente a sus padres.
La primaria de San Felipe de Jesús fue una de las que obtuvo mejores resultados en la Prueba Enlace de 2013 a nivel nacional, en la que participan millones de estudiantes de diferentes escuelas públicas y privadas.
