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viernes, 29 marzo, 2024
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COPECOL: la lisonja y el banquete a salud del federalismo

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Por: RAYMUNDO CÁRDENAS VARGAS •

En los objetivos de la Conferencia Permanente de Congresos Locales (Copecol) está el impulso al federalismo legislativo. ¿Qué significa eso? Pues la promoción de la autonomía de los estados en la formulación de leyes, lo cual implica que las entidades elaboran leyes estatales resaltando diferencias específicas respecto a las órdenes del Congreso de la Unión. Varios ejemplos hay para eso: las respectivas al pacto o coordinación fiscal, la educativa o las relativas a salud. Sin embargo, la Copecol no es en realidad una instancia de incidencia política o de contrapeso en los poderes, como sí lo es aunque su existencia no tiene base constitucional, la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), que sí logró que una parte importante de los recursos excedentes en la venta de petróleo (cuando tenía alto costo) se destinara a las entidades federativas y, junto a ello, se constituyeran bolsas administradas al arbitrio de los gobernadores, por lo que se llegó a decir que los gobernadores se convirtieron en verdaderos señores feudales, pues la Conago desarrolló influencia para aumentar el poder de sus miembros, no para generar propuestas de mejores políticas púbicas. Pero en la Copecol ni eso ocurre. A la pregunta de “¿qué hace?”, parece tener más relevancia la de “¿qué no ocurre?” Lo que no ocurre, son justamente acuerdos políticos relevantes para fortalecer el federalismo. Es un evento donde los legisladores reciben una conferencia y después la comentan o hacen lo que llaman un “diálogo colaborativo”, es decir, opiniones en conjunto. Y son un botón de muestra las declaraciones del diputado José Haro, sobre las expectativas de la asamblea de la Copecol en Zacatecas: “vender el atractivo turístico del estado”. Nada sobre equilibrio de poderes ni de propuestas candentes en vías de acuerdo. Nada. Otra muestra etnográfica del significado del evento la ofrece la bienvenida: verdadera recepción cortesana; fiesta, comodidad y diversión a costa del erario público. Casi 500 diputados departiendo lisonjas, banquetes y música. La corte de los Luises en Zacatecas.

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La paradoja es que estos eventos ocurren en plena regresión federalista en México, y en la cuna del federalismo mexicano. O en otras palabras: en la avanzada del re-centralismo, se hacen eventos que tienen como objetivo el impulso del federalismo y resultan una holganza. El tema del federalismo es urgente desde hace años, desde que alrededor del tema, se planteó toda una propuesta de reforma del Estado, la cual ahora está en algún bote de basura de San Lázaro. Después de las llamadas “reformas estructurales”, y donde algunas las ratificaron en tiempo real en Zacatecas, ¿hablarán de autonomía de los Congresos locales? Por ello es comprensible que una forma de evitar entrar en la confrontación entre los objetivos declarados de la Copecol y la realidad actual que los contradice, es convertir el evento en un bonito agasajo, con ilustradas conferencias, lleno de abrazos y llamados a valorar la importancia turística de Zacatecas.

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