Los profesores de la UAZ ven que se aleja la solución de la huelga que tiene paralizada a la Máxima Casa de Estudios. Con la respuesta que la Rectoría hizo llegar ayer por la tarde al sindicato, donde se desdice de los ofrecimientos hechos antes del estallamiento, el escenario se pinta de negro. En los avances que se habían logrado en lo económico y en la seguridad en el empleo, la patronal retrocede. ¿Por qué en lugar de avanzar en el cumplimiento del pliego petitorio del sindicato el Rector decide retroceder, y con ello, agudizar la confrontación? ¿Qué pretende conseguir con este explícito enfrentamiento con el sindicato? La especulación de algunos profesores es que pretende intimidar para obligarlos a aceptar el ofrecimiento que se había hecho antes del estallamiento. La beligerancia de la patronal parece no tener origen en las oficinas de la Rectoría: ¿quién está dotando de asesoría a Silva Cháirez, y qué realmente pretende con esta provocación? Es una jugada de mucho riesgo, porque invita a la radicalidad del magisterio universitario y a una mayor unidad con otros sindicatos que también se sienten agraviados en el mismo tema que tienen en huelga a la UAZ: la seguridad social. Es la guerra contra los derechos sociales de los trabajadores en general.
Con el ejercicio que hacía un grupo de diputados locales en el sentido de que es posible armar una bolsa de 200 millones con ajustes al presupuesto actual del estado de Zacatecas para el pago de la seguridad social de los universitarios, se visualiza una posibilidad técnica en la solución del conflicto. Pero el remedio no sólo es contar con posibilidad técnica para conseguir el dinero, sino de la voluntad política de las autoridades para hacerlo. Dicha voluntad se observa ausente, si tomamos como indicador la manera de resolver un tema paralelo a éste, a saber, la Ley del Issstezac, donde no hubo un diagnóstico serio sobre la quiebra de los fondos de pensiones. Otro indicador es la omisión de ofrecimientos de más recursos por parte de Gobierno del Estado a la Universidad, en los dos últimos años. En estos días presenciaremos cómo se agudizan las contradicciones ente los actores de este conflicto. El sector estudiantil se mete al escenario, y ya empezó a hacer oír su voz. Y Gobierno del Estado aparece como uno de los actores obligados en los pliegos petitorios. Así, ya no sólo es Rectoría y el Spauaz. La situación es ahora más compleja.
En suma, la imprudencia de la Rectoría, junto al mutis del Gobierno estatal, están provocando un escenario de alta confrontación en Zacatecas. Así las cosas, no podemos pronosticar un rápido levantamiento de la huelga, a menos que hubiera una prudente reconsideración de todas las autoridades implicadas en dar solución a los pliegos de exigencia.
