A una semana de la visita de su principal dirigente nacional al estado, el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) estará representado en la Legislatura local con un nuevo grupo parlamentario, cuya constitución ocurrirá hoy con un mínimo de dos legisladores. El hecho llama la atención porque siendo un partido de nueva creación, que este año participa por primera vez en un proceso electoral, ya tiene representación en las dos cámaras del Congreso de la Unión y en varios congresos locales, debido, principalmente a la capacidad de convocatoria de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de su Consejo Nacional, y a la creciente insatisfacción de un buen número de legisladores con sus partidos.
Diversos son los retos del nuevo partido y del naciente grupo parlamentario. En primer lugar está el de sustraerse de toda practica que implique corrupción política o sometimiento al poder ejecutivo. Los legisladores recién llegados a Morena deben ser conscientes de que la pieza central del proyecto de su nuevo partido es el combate a fondo de la corrupción y la impunidad reinantes en el país y la entidad, y que en buena medida la credibilidad de AMLO se sustenta en que ha mostrado ser incorruptible. Deben tener claro que la sociedad observará con cuidado su conducta y que esta contribuirá, para bien o para mal, a que MORENA logre el beneficio de la duda de una ciudadanía convencida de que el sistema de partidos no es ajeno a la descomposición generalizada de las instituciones. La visibilidad de los legisladores, mayor que la de sus dirigentes partidistas, implica una mayor responsabilidad en la lucha por lograr que la ciudadanía perciba que, en efecto, MORENA es un partido distinto del resto.
Otra vertiente de acción política que se esperaría del nuevo grupo parlamentario es la de la promoción de la participación social en el acompañamiento del proceso legislativo, y presentando iniciativas para dar pasos firmes en la construcción de una democracia participativa orientada a detener el proceso de descomposición institucional, y a lograr que el poder delegado por los ciudadanos se utilice para incrementar el bienestar común garantizando la vigencia de los derechos humanos en Zacatecas. La tesis obradorista de que “solo el pueblo puede salvar al pueblo” debe tener su expresión en propuestas para hacer realidad la iniciativa ciudadana, la consulta popular, el referéndum, el plebiscito y la revocación del mandato, entre otros mecanismos de participación de la ciudadanía en los asuntos públicos.
Finalmente, pero no menos importante, los dirigentes de MORENA y los legisladores que hoy anuncian su integración como grupo parlamentario están obligados a mantener una permanente coordinación para no alimentar la percepción de que los legisladores son independientes de sus partidos y que pueden acordar libremente el sentido de sus votos, especialmente en asuntos importantes como la aprobación del presupuesto de egresos, las cuentas públicas o legislaciones muy relevantes, o en su función de control sobre los otros poderes.
