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jueves, 28 marzo, 2024
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Estructura organizativa lograda por los estudiantes puede ser un agente de transformación: Lino García

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Gris, panorama político, económico y social para el país y el estado, opina alumno de Economía

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■ En el contexto electoral, partidos y candidatos carecen de credibilidad, enfatiza

Este año, el panorama político, económico y social para el país y el estado se observa color gris, pero la estructura organizativa lograda por los estudiantes el año pasado puede ser un agente de transformación, afirmó Lino García Escobedo, estudiante de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) e integrante de la Asamblea Estudiantil Universitaria.

El año pasado, reviró, los estudiantes zacatecanos pudieron movilizarse, aunque fue posible por un hecho lamentable: la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.

“Esto logró que los estudiantes nos movilizáramos, nos organizáramos, y tener estructuras como resultado de ello. Es importante hablar de esto porque es una estructura participativa donde todos los estudiantes tenemos voto”.

En ese contexto, este año persistirán problemas que afectan directamente a los jóvenes y por lo tanto deberán sortearlos mediante esa organización que se ha logrado a nivel nacional y en el estado.

Por ejemplo, señaló la necesidad de establecer retos como el acceso a la educación, puesto que en el país un porcentaje reducido tiene las condiciones para cursar el nivel superior, a pesar de que es considerado el principal medio de movilidad social.

Aunque no todos los jóvenes pueden obtener un trabajo digno después de egresar de las universidades, la educación sigue siendo uno de los agentes que permiten a este sector superar muchos de los problemas que lo afectan.

Además, hay el problema que “no vemos un partido político que nos sea atractivo y no vemos en la vía electoral una propuesta para nosotros. Aquí empieza nuestro reto, cómo vamos a cambiar las cosas”.

En el contexto de un nuevo proceso electoral, García Escobedo subrayó que no hay ninguna propuesta real “para que cambien las cosas”, y por el contrario, el panorama sigue siendo negativo porque los partidos políticos y los candidatos carecen de credibilidad.

La discusión sobre el voto como única forma de participación política de los ciudadanos, dijo que el problema se encuentra en todo el sistema electoral en su conjunto, no solamente en los mecanismos de elección de representantes.

Desde su punto de vista, el abstencionismo refleja que ya no hay credibilidad en las instituciones ni en el modelo político, pero es importante analizar si esa postura le ayuda o no a perpetuar ese sistema.

“Debemos estar conscientes de algo: estamos en una realidad y no hay que salirnos de ella. Hay que saber trabajar y proponer en nuestra realidad y a partir de ahí cambiar las cosas. No votar es un síntoma del mal desempeño del sistema político”, agregó.

En relación al voto de castigo o voto nulo, el estudiante opinó que no es de mucha utilidad porque los partidos políticos cuentan con sectores clientelares que no van a cambiar su intención de voto y por lo tanto “lo único que le vamos a hacer es que ellos tengan las cosas más fáciles”.

No obstante, calificó como erróneo pensar que el voto es la única forma de participación política, puesto que la ciudadanía implica la realización de diálogos y debates al interior de la sociedad civil.

“Es un discurso falso el que nos dicen el gobierno o el Instituto Electoral eso de hacer política solamente a través del voto. Eso no lo creemos. La política la hacemos diario y entonces esto no se resuelve con un voto, sino con un constante quehacer ciudadano”, enfatizó García Escobedo.

Otro problema del sistema político electoral, opinó, es que en México no hay políticos realmente interesados en atender los problemas sociales y con visión de mejorar las condiciones de las generaciones futuras.

“Sí sirve votar, pero cuando la propuesta electoral es atractiva y, por el contrario, no la hay. Ésta es la gran crisis que nosotros vemos en el sistema electoral mexicano, que no hay candidatos de Estado, con visión y solamente hay candidatos proselitistas”.

En el tema de la UAZ y su crisis financiera, comentó que no son los profesores, trabajadores, ni las autoridades los afectados por esa situación, sino los estudiantes, porque ellos son el fin de toda institución educativa.

La existencia de grupos políticos, intereses diversos al interior de la UAZ, expuso, ha impedido que se acuerden medidas para atender la problemática financiera, de manera que “sería cuestión de voluntad empezar a hablar de nuestros problemas”.

Puntualizó que la falta de transparencia es uno de los principales obstáculos que deben superarse en la Universidad y es por tal motivo que no se pueden encontrar soluciones e implementarlas para cambiar la situación.

García Escobedo insistió en que no todo el problema es culpa de las autoridades universitarias, porque también es producto del modelo económico neoliberal, ya que cada vez más reducen los recursos a la educación pública y eso “no es problema del Rector o de algún consejero”.

Por último, coincidió en que el máximo órgano de gobierno de la UAZ, el Consejo Universitario, no opera como debería, y aunque hay consejeros comprometidos y respaldados por sus unidades académicas, hay prácticas similares a los procesos electorales externos, donde prevalece el clientelismo. De la misma manera, muchos operan a favor de determinados grupos.

Por tanto, “el reto para los universitarios es saber cambiar las cosas. Hay que empezar a hacer ejercicios de ciudadanía, estar en diálogo con las autoridades, exigirles que se comprometan a servir a la comunidad”.

 

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