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viernes, 29 marzo, 2024
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Un cuento muy trillado

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Por: Víctor Santa Rita Villa •

México es un país que a lo largo de siglos ha sido sometido al condicionamiento operante de su gente de diversas formas, sin lugar a dudas las más marcadas son la religiosa e ideológica, las cuales han abonado a las subsecuentes manipulaciones y que su fin primordial, la obtención de la obediencia, ha traído como consecuencia la mansedumbre de su gente, su indiferencia y apatía ante los asuntos que a todos como nación nos conciernen.

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Dicho condicionamiento, que en los medios, sobre todo el televisivo, se ha utilizado de manera tan infame, ha sido explotado cínicamente y sin miramientos, otorgando de manera vulgar y por demás denigrante de la psique humana un control casi absoluto de las masas que acuden lo mismo a una presentación de maniquíes vacuos e insulsos llamados “artistas”, que a un mitin de algún personaje político, si es que hoy en día no son la misma cosa; basta observar al ya “presidenciable”  gobernador Manuel Velasco Coello, exonerado de hacer uso indebido de los recursos del erario del estado de Chiapas, con los que publicitó de manera pomposa, ordinaria y ridícula sus “logros”, no sólo en el territorio chiapaneco, sino a nivel nacional, que resulta ser evidencia de que sin empacho alguno sus intenciones son llegar a la tan añorada silla, aplicando la misma fórmula del personaje que hoy la usurpa, con una familia fabricada, una esposa moldeada a modo y una campaña en la cual el gasto que se utilizó podría justificar las ganancias que la primera dama argumenta son fruto de una “exitosa carrera”, si no es porque en esta ocasión sólo le tocó ser actriz de relleno.

No obstante la fórmula no es exclusiva de los personajes políticos del partido en régimen, esta ecuación tan soez, es repetida por todo aquel que se disponga a tomar una tajada del botín electoral, ya sea para representar al villano, al abnegado y siempre vencido o al redentor, que por muy buenas que parezcan sus intenciones, reciben sin remordimientos, una cuantiosa participación de lo que para dicho fin se dispone, que ya entrando en materia, y sobre todo en una tan carente y devaluada como son los pesos, sólo para el año 2015 el ahora INE (Instituto Nacional Electoral) solicitó 18,572 millones de pesos, que se dividirán en 13, 217 millones para el instituto y sus operaciones y 5,355 millones  para las prerrogativas que se distribuirán entre las llamadas “10 fuerzas nacionales”, sin mencionar ni contemplar lo que cada político se sirva a utilizar de sus fondos sociales para sacarse la foto en cualquier oportunidad, para el acto demagógico que los encumbre a ellos y a las personas más allegadas a su “causa” o para los gastos de operaciones de sus colaboradores y sus campañas, que sin variable alguna consisten en el mismo “sketch” que presenta al personaje en cuestión acudiendo a la más alejada de las comunidades y por ende la más aislada, soterrada y pobre, repartiendo regalos, despensas e incluso becas, con la promesa de siempre “para después del triunfo habrá más” sin la advertencia necesaria: cuando su voto sea requerido.

El circo está por comenzar; en 2015, 18 de los 32 estados que conforman la Federación tendrán elecciones, el estado de Zacatecas celebrará comicios el 7 de junio, situación que ha puesto en alerta a los partidos políticos, que ya semejan más a agencias publicitarias, que a asociaciones políticas, haciendo de los movimientos sociales sus clubes de admiradores, sus causas guiones de telenovela, a los que aglutinan por susañejas demandas, sin resolución desde que los amarillos eran verdes y sus líderes actores de reparto en el ya tan trillado evento del sufragio.

Hoy la responsabilidad como siempre es del pueblo, de su sentido común depende no ofrendar lo poco que le queda, su dignidad, por una despensa, una estufa con los logos del partido o una vana promesa de solución a sus demandas que como ya es bien sabido nunca llegarán a ser final feliz, la solución subyace en la raíz de la problemática y en la conjunción de las causas y en el aislamiento político su fuerza motriz. ■

 

*Profesor de primaria y disidente

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