■ Científicos limitan su trabajo a la innovación y no al daño de la civilización, comenta
■ La venta de nanomateriales sólo puede registrarse si fue menor de una tonelada, dice
Históricamente, los gobiernos y las instituciones son las responsables de hacer mal uso de las investigaciones o del conocimiento, no los científicos, afirmó Jordi Díaz Marcos, integrante de los Centros Científicos y Técnicos de la Universidad de Barcelona, respecto al daño que podrían ocasionar materiales usados en la Nanotecnología.
Expuso que los científicos limitan su trabajo a la innovación y a la generación de conocimiento, pero no con el interés de dañar a la civilización, sino de mejorar sus condiciones de vida. No obstante, los gobiernos son quienes han carecido de ética al utilizar la ciencia para fines no benéficos.
En el ámbito de la Nanotecnología, por ejemplo, expuso que algunos materiales utilizados son cancerígenos o dañinos para la salud, pero precisó que estos son utilizados con ética, ya sean fabricados artificialmente o producidos de forma natural.
Al respecto, dijo que hay nanopartículas que pueden ser tóxicas para el cuerpo humano pero hay incertidumbre sobre lo que sucedería. No obstante, al tener tanta superficie expuesta, la probabilidad que haya reacciones negativas es mayor.
Durante una visita reciente para participar en eventos académicos de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Díaz Marcos comentó que la Unidad de Técnicas Nanométricas de la Universidad de Barcelona ha realizado trabajos importantes en la caracterización de las bionanotecnologías y materiales.
Como resultado de ese proceso, dijo que en este momento cuentan con 36 diferentes técnicas que cubren todo tipo de medidas y hay la capacidad de abarcar entre 80 y 90 por ciento de las propiedades de los nanomateriales.
Explicó que un nanomaterial puede ser manufacturado o generado de manera natural o accidental y contiene partículas que al menos 50 por ciento de ellas tienen un tamaño menor de entre uno y 100 nanómetros.
Uno de los problemas que hay en esa disciplina científica, expuso, es que en la Unión Europea, en la venta de nanomateriales, solamente pueden registrarse si la transacción fue menor de una tonelada.
“Eso es un sinsentido, porque uno de los mayores productores de grafeno en el mundo produce 45 kilos al día y eso es una barbaridad. De esa manera entonces ninguna empresa registra sus productos”, indicó Díaz Marcos.
Concluyó que entre los materiales más usados y que cambian su comportamiento y funcionalidad a nivel nano, está el cobre, el platino, el aluminio, el oro y el silicio, aunado a que se generan efectos sobre propiedades físicas o cuánticas, además que en función del tamaño de la partícula se presentan colores diferentes, lo que ayuda a usarlos como sensores al interior del cuerpo humano.
