Figura referencial de la historia artística y humanística del siglo XX mexicano, el músico, escritor y promotor cultural Luis Herrera de la Fuente falleció este viernes de muerte natural a los 98 años.
Pianista, director de orquesta, compositor, paleógrafo musical, narrador y creador de instituciones, Luis Herrera de la Fuente es personaje fundamental para el desarrollo musical del país.
Lo anterior, no sólo por su faceta como director titular de algunas de las más importantes orquestas de la República, entre ellas las sinfónicas Nacional (al frente de la cual estuvo 18 años), la de Xalapa, la de Jalisco, la de Minería y la Juvenil del estado de Veracruz, además de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
También por ser impulsor o partícipe en la creación de diversas agrupaciones e instituciones musicales, como la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la de Cámara de Radio Universidad y la Filarmónica de las Américas, además del Instituto Superior de Música del estado de Veracruz y la Sinfónica Juvenil de esa entidad.
A lo largo de su longeva y fecunda trayectoria de más de siete décadas como director de orquesta, el maestro estuvo al frente de más de un centenar de agrupaciones de los cinco continentes, en calidad de huésped o invitado; y fue titular asimismo de tres sinfónicas extranjeras: la de Perú, la de Chile y la de Oklahoma.
El catálogo de composiciones de Herrera de la Fuente no es tan vasto como él hubiera deseado. En un momento muy temprano de su carrera, según contó en una entrevista con La Jornada, debió decidir entre la creación o la interpretación musicales, imponiéndose esta última.
Fue hasta los últimos años de su existencia que pudo consagrarse de tiempo completo a la escritura musical, y de ese proceso nacieron sus dos sinfonías. A ellas se suman los ballets La estrella y la sirena y Frontera, una Sonata para piano, Dos movimientos para orquesta, una sonata para orquesta de cámara y cuarteto de cuerdas, un Divertimento para orquesta de cuerdos y una sonatina para violoncello solo, además de una pieza para oboe y orquesta.
Como escritor, en tanto, fue autor del libro Notas falsas, editado por Breve Fondo Editorial y, en su segunda edición, por la Universidad Autónoma Metropolitana; de la obra autobiográfica La música no viaja sola, editada por el Fondo de Cultura Económica; y del ensayo “Música y vida”, publicado en el libro Pensamiento moderno de México, de editorial Porrúa.
