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viernes, 19 abril, 2024
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La corrupción y el caos social que merecemos

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Por: ÁLVARO GARCÍA HERNÁNDEZ •

■ Futuro Sostenible

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Muchos de los grandes problemas nacionales de la actualidad pudieron evitarse a tiempo, sin embargo, como ciudadanos hemos permitido el avance de nuestros cánceres sociales y ahora, los resultados nos están cercando de tal forma que el Estado de Derecho, las instituciones y la misma estructura social, se encuentran al borde del colapso. Basta que usted abra las páginas de cualquier diario nacional o local para darse cuenta de que por todos lados hay cuarteaduras que amenazan con desbordar las endebles paredes de nuestra colectividad.

Hemos dejado que la simulación se inserte en todos los ámbitos de nuestra vida, incluso, avalamos con nuestro voto a gobiernos y personajes que se suponen políticos y que se han enriquecido con nuestros recursos; peor aún, vemos como construyen sus mansiones y acrecientan su patrimonio y no decimos nada; somos tan absurdos que vemos en la corrupción una conducta normal en México. Estoy convencido de que los mismos personajes que acceden a ciertos niveles de poder, ya van con la firme idea de robar cuanto se pueda, ya que tienen 3 o 6 años para exprimir al máximo el erario público.

La corrupción no es exclusiva de un solo partido político, atañe a todos por igual, en todos los institutos políticos pululan vivales, opresores, caciques y profesionales del engaño que han aprovechado su paso por el poder para enriquecer a varias generaciones familiares, mientras que como sociedad debemos padecer servicios públicos ineficientes como en materia de salud, educación y procuración de justicia. De tal forma, nuestras mujeres han tenido que parir en el suelo, los alumnos han padecido las ausencias de maestros y, ante la comisión de algún delito, muchos se han quedado callados porqué quién debiera cuidarnos, nos ataca y obstaculiza en el acceso a la quimérica justicia. Nuestros jóvenes están inmersos en problemas de inseguridad graves, los estudiantes desaparecen y son violentados, son ultrajados y muertos con saña.

Qué decir de la violación flagrante a los derechos humanos ante lo endeble que son las comisiones e instituciones que los protegen, sin duda, México requiere una reestructuración de fondo en lo jurídico, social, político y económico, tal parece ser que el gobierno reformista, equivocó su estrategia pues se avocó más a beneficiar económicamente a los extranjeros que a los propios mexicanos y, paradójicamente, aquellos serán los primeros en salir corriendo cuando se acabe de hundir el barco, de qué nos sirve a los mexicanos contar con reformas de primer mundo cuando estamos sumidos en escenarios violentos y de sangre, con ineficacias gubernamentales que nos hacen dudar cada vez más de los gobiernos que hemos elegido.

Necesitamos un genuino ejercicio de renovación, con una visión patriótica, con valores e identidad nacionalista en donde todos podamos confluir en la edificación de nuevas instituciones, dirigidas por personas con solvencia moral y trayectoria profesional, no sobre la base de la traición y la opacidad, sino con inteligencia y vocación de servicio. El pueblo de México debe despertar pero no con actos vandálicos, demostrémosles a la clase política que somos mejores que ellos, que tenemos capacidad estratégica para proponer políticas públicas trascendentes, reflexivas y operativas; dejemos de avalar corruptos y de permitir simulaciones, levantemos la voz antes que las armas; el país requiere de una unificación republicana que no permita el saqueo a nuestros recursos públicos y naturales, que facilite el castigo a políticos corruptos, retirándolos de la vida pública sin premiarlos con nuevos cargos para que continúen con sus corruptelas como hasta ahora.

Propongo la unificación de la República sobre la que descanse el resurgimiento de México, sobre los pilares de justicia, legalidad, honestidad, capacidad, respeto irrestricto a los derechos humanos fundamentales; todos queremos un gobierno fuerte contra la delincuencia, amable y servicial con la ciudadanía, responsable en la administración de nuestra riqueza, eficiente en la procuración de justicia y en la prestación de todos los servicios, con servidores públicos con trayectoria y prestigio profesional, no como ahora en que en algunos casos, se eligen o muy pendejos o muy ratas. Los invito a renunciar a la corrupción, a evitar seguir votando por los mismos ineptos, renunciemos a meterle más violencia a lo violento, pues solamente estamos justificando el ejercicio coactivo del Estado; seamos más inteligentes y pongamos mayor atención en el cómo conducen el destino del país; actuemos a tiempo y no seamos cómplices de tantas barbaridades o bien, aceptemos de una vez, que tenemos la corrupción y el caos social que merecemos. ■

 

*Representante de Zacatecas ante el Consejo Consultivo Nacional de Medio Ambiente de la Semarnat

[email protected]

 

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