CALAVERAS
Con excelsa ostentación,
luce insigne mausoleo;
si ésta es mi apreciación,
seguro que es lo que leo.
Saving Mexico, decía
frontispicio sobornado;
hoy se perdió su valía,
después de ser enterrado.
Se murió Peña, se escucha,
va un murmullo entre la gente;
igual, la pena no es mucha,
pues nunca hubo Presidente.
Aquí yace el señalado
por mil dedos de asesino;
tuvo que ser trasladado
de un entierro clandestino.
Se murió Aguirre Rivero,
político encuestador;
aquí se perdió su fuero
del narco-gobernador.
La Catrina se ha llevado
más en deuda que en condena;
alguien la ha recomendado
para que pague su pena.
Es Elba Esther, ex del SNTE,
“Chucky”, para los amigos.
Llora Juan, hoy Presidente,
y otros cuantos vendidos.
Aquí yace quien tuviere
un ranchito de millones,
y hoy, que ya se nos muere;
se recuerdan sus acciones.
Por tanta festividad
y por no seguir las leyes,
de la parca es amistad
el Señor Alonso Reyes.
Aquí yace y no es en paz,
pues dejó muchos pendientes.
Ay Marco, ya te nos vas,
te cargó la de los dientes.
Falleció Marco Vinicio,
todo fue tan de repente;
se fue sin tener su juicio
con los bravos de la CNTE.
Autor: Carlos Alberto Díaz Díaz