■ En el pasado, ex militares o ex agentes han creado organizaciones delictivas: Delgado Wise
■ “Hay mucha miopía de las autoridades y las consecuencias les van a explotar”, asevera
Los policías que ya fueron dados de baja de las corporaciones de seguridad o que serán despedidos a más tardar este próximo miércoles 29 de octubre, “son fácilmente gente que puede ser reclutada por el crimen organizado”, aseguró el docente investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Raúl Delgado Wise.
Antes de hacer esta declaración, el académico recordó que ya en el pasado de México se tienen experiencias de que ex militares o ex agentes de alguna corporación han creado organizaciones delictivas.
En este sentido, mencionó que “la conformación de grupos tan importantes como los zetas viene también de procesos de depuración del Ejército y de muchas otras fuentes”.
En este proceso para “limpiar” las policías en Zacatecas habrán sido despedidas más de mil personas, que hasta ahora trabajaban para alguna institución de seguridad. La mayoría, que supera la cifra de 800, serán ex policías municipales, mientras que otros 200 aproximadamente serán agentes de la Policía Estatal Preventiva y el resto, de la Policía Ministerial.
Recalcó que la facilidad con la que estas personas podrían ser buscadas por el crimen organizado para unirse a sus actividades delictivas, radica en que los policías despedidos “ya están preparados para ejercer la fuerza”; fueron entrenados y han estado aplicando hasta este momento la ‘violencia ‘legítima’, entre comillas, del Estado”.
Expuso que “es casi ridículo”, por tanto, que a estas personas se les esté dando la opción de “tocar las puertas” del Servicio Nacional del Empleo, donde se dan apoyos como los que reciben los migrantes zacatecanos que han sido deportados y los cuales consisten en unos 5 mil pesos para iniciar un negocio propio; “¿qué pueden hacer con eso?”, enfatizó Delgado Wise.
El contexto nacional actual, comentó, es especialmente significativo y preocupante, pues hay un problema grave en el país en cuanto a los vínculos de la policía en funciones con el crimen organizado.
Subrayó que estos nexos han ocasionado conflictos que, actualmente, “están desbordando al Estado mexicano. (…) Realmente estamos ante una revolución que se está dando desde abajo y al margen de la clase política”.
Señaló que “creo que en toda la historia de México no habíamos vivido episodios como el que estamos viviendo hoy en día”, el cual se deriva de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, que evidencian la descomposición social que afecta a todos los estados, “incluyendo Zacatecas”.
No obstante, puntualizó que la causa de esta situación es la “violencia sistémica del Estado”, potenciada con las políticas económicas neoliberales que han creado “un ejército descomunal de desocupados”.
Por ello, el docente investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la UAZ sostuvo que la medida de la depuración policiaca no ataca los problemas de fondo; por el contrario, añadió, “va a abonar a que estas mil personas, si no estaban ya coludidas con el crimen organizado, ahora van a entrar a sus filas de manera directa”.
Pero no sólo se enfrentan desconfianzas acerca del resultado que tendrán estos despidos, al no haberse planeado una política alternativa de empleo, sino que también hay dudas respecto al proceso por el cual se determinaron estas bajas de las corporaciones, es decir, en torno a los propios exámenes de control y confianza, así como en relación a las autoridades que los aplicaron.
Al respecto, Delgado Wise hizo una serie de cuestionamientos: “Yo no sé quiénes son los que están depurando. (…) No sabemos esa depuración para quién es y hasta qué punto la propia policía de Zacatecas está vinculada también con el crimen organizado. (…) No sabemos qué tan seria es esta depuración y quiénes son los que van a quedar”.
El académico de la Máxima Casa de Estudios del estado indicó que, ante estas preguntas y frente a la situación actual, que consideró como de “explosividad social”, “hay mucha miopía” de las autoridades. Esto, añadió, debido a que “no están viendo las consecuencias de lo que están haciendo y las consecuencias se les van a venir encima y les van a explotar”.
