“Quien viene a matarte olvida”
UNO: Iguala: “¿Piensa mal y acertarás?”
DOS: “Entre todos le pegaron…”
TRES: “La historia es maestra de la vida”.
COLOFÓN: Fresnillo: Carrera debe ser restituido como contralor.
UNO: “A feria vaya, que más ganancia haya”
Diego Osorno, periodista especializado en el crimen organizado, expone que la masacre de Iguala no beneficia al alcalde narcotraficante ni tampoco al ineficaz gobernador.
Tampoco beneficia a los cárteles de la droga que operan en la zona, ya que esta situación provocará mayor tensión social, enfrentamiento y guerra, lo cual es un obstáculo para sus operaciones mercantiles.
¿Entonces?
Osorno va más allá y se pregunta: ¿De qué viven los Ejércitos?
De la guerra, claro.
Con los sucesos recientes, claro, es previsible que aumente la tensión social y la presión política: el marco perfecto para que el Ejército pueda demandar de nuevo mayor poder y dinero a la casta de tecnócratas que gobierna el país.
DOS: “Yo no fui, fue Teté”
Buena la tenemos.
Ante la falta de resultados y el estado de ánimo bastante caldeado en la sociedad, el oficialismo intenta tomar una vez más a Andrés Manuel López Obrador como chivo expiatorio.
Ya les gustó.
Ahora le cargan a él, ni siquiera al PRD, la responsabilidad de que tanto Ángel Aguirre como el inefable alcalde José Luis Abarca fueron creación del tabasqueño.
Tírenle, pues, al enemigo público número uno.
Sin embargo, y a diferencia de otros líderes políticos, AMLO informó que fue tres veces a Iguala y que en ninguna se reunió con Abarca.
¿Alguien tiene pruebas de lo contrario?
En su más reciente discurso público, el tabasqueño también abordó sus relaciones con Aguirre.
Pero la prueba mayor de que la pareja de Iguala no es amiga de AMLO es que la esposa de Abarca integró la lista chuchista en la última elección de consejeros.
Chuchista, conste.
Además Los Chuchos jamás impulsarían a algún amigo de AMLO.
TRES: “Quien por su seso se guía hará cualquier tontería”
Y hablando de la campaña contra AMLO, en este año se cumple una década de haberse difundido los videoescándalos en los que René Bejarano y otros perredistas recibieron dinero de Carlos Ahumada.
Exacto: el empresario que después reveló que tanto el ex presidente Carlos Salinas de Gortari como el panista Diego Fernández de Cevallos le pagaron 68 millones de pesos por la difusión de esos videos.
Los que se usaron contra el entonces jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador.
COLOFÓN: “Alcanza quien no cansa”
Pues, señor, resulta que el Poder Judicial acaba de mandatar que el petista Omar Carrera vuelva a la Contraloría de Fresnillo.
Ni hablar, dijo el mudo.
El Juez Primero de Distrito ha resuelto que Carrera goce “de la garantía individual violada y a su vez, se brinde la garantía de audiencia”.
El despido, agrega, fue hecho en forma ilegal, violando el derecho al debido proceso a ser oído y vencido mediante un juicio justo.
Tras el fallo, el petista difundió en las redes sociales: “la decisión tomada no debe verse bajo la óptica de un ganador y un perdedor, sino como un precedente histórico hacia la figura de los contralores”.
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