Singapur… Esta Ciudad-Estado es el país más pequeño del sudeste asiático; este pequeño gran país tiene el nombre oficial de República de Singapur. Con tan sólo una extensión de 707 kilómetros cuadrados y una población de 5.4 millones de habitantes, tiene los siguientes indicadores:
Analfabetismo 0%; PIB per cápita en el número 8 de 183 países; primer lugar en el ranking “Doing Business” de los 183 países; el quinto puerto marítimo de mayor movimiento de carga en el mundo, entre muchas otras cosas.
En esta ocasión, no podía dejar de comentar de este impresionante país que parece que fue diseñado milimétricamente; con una calidad de vida impresionante que se ve reflejada en las tiendas de lujo, en las plazas comerciales con ríos y barcazas interiores, rascacielos de ensueño y el lujo en carros en todas las calles de este país.
Sin duda, es la nación de las prohibiciones, donde no puedes tirar basura, no está permitido tirar chicles a la basura, no puedes comer o beber dentro del servicio de transporte público, no puedes escupir en la calle y mucho menos hacer del baño en algún rinconcito oscuro.
Un país donde el alcohol y los cigarros tienen costos muy altos para evitar su consumo.
Es impresionante la cantidad de regulaciones para la construcción, debes buscar ser siempre sustentable, y esto llega al nivel de reforestación. Las áreas verdes y los parques son parte de la armonía de las calles. No hay patrullas o agentes, las personas con su celular sirven como vigilantes y garantes del orden. El reciclar, reusar y reducir son una constante. Los edificios cumplen ciclos de vida para que el impacto ambiental sea menor y para que el uso de terreno siempre vaya a la baja.
Singapur busca ya cumplir con los siguientes preceptos en cuanto a la construcción de los complejos habitacionales-industriales: trabajar, vivir, jugar y aprender. Es curioso ver cómo planean, de forma tal, que los espacios se aprovechan para tener las zonas residenciales justo a un costado de los lugares de trabajo, los lugares de esparcimiento dentro de estos mismo complejos, con el firme propósito de crear armonía para los habitantes.
Singapur ha logrado ya tal nivel de precisión que ahora es ya “diseñador de ciudades”. Existe una Institución que vende los servicios de diseño, construcción y planeación de espacios urbanos y habitacionales. Países como India, Brasil, China y España han contratado a los singapurenses para que les enseñen la forma de planear y concebir las nuevas ciudades. Es interesante ver que el estado de Hidalgo ha iniciado ya pláticas para diseñar un parque tecnológico en esa entidad.
México tiene un PIB per cápita cinco veces menor al de Singapur y si hablamos de territorio, tan sólo el Distrito Federal, es dos veces más grande que Singapur.
Aquí es donde surge la pregunta: ¿Cómo es que un país tan pequeño ha logrado tanto? En mi opinión se debe a la “dictadura” ejercida por el creador de este país, Lee Kuan Yew, al muy bajo nivel de corrupción, a las políticas por mejorar en cada década los indicadores, a la carencia de recursos naturales y territorio lo que los ha llevado a maximizar y eficientar todo.
Singapur es una ciudad muy cara, para comprar un automóvil se deben tener por lo menos más de 100 mil dólares americanos; si pensamos en comprar un departamento, de dos recámaras, debemos tener ahorrados poco más de 300 mil dólares americanos; una cerveza en un restaurante puede llegar a costar hasta 250 pesos.
Sin embargo, la calidad de vida es muy buena, la calidad de los servicios son muy buenos. El aeropuerto es elegante y con los mejores servicios.
Fue una grata experiencia haber tenido la oportunidad de visitar este país. Comparar el modo de vida, la infraestructura, los planes de crecimiento urbano, poblacional, tecnológico y el conocer la forma tan distinta de cómo concebir un parque industrial.
Y a pesar de todo esto los singapurenses se quejan, exigen a su gobierno mejores condiciones, pero sobre todo, los ciudadanos exigen sus derechos.
Mucho que aprender de estos países que serán nuestros competidores una vez firmado el Trans-Pacific Partnership (TPP). Que Dios nos agarre confesados. ■
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