■ Exámenes de control de confianza no se aplican a las autoridades de ayuntamientos, aclara
■ Las acciones del gobierno en materia de seguridad “han rendido frutos”, asegura
La preocupación por la infiltración de la delincuencia organizada en las estructuras de poder municipales en el país se ha evidenciado desde el pasado 26 de septiembre, en concreto, desde el ataque en contra de estudiantes normalistas de Ayotzinapa, perpetrado por policías municipales junto con integrantes del grupo criminal denominado Guerreros Unidos.
El punto de inflexión, por tanto, fue el saldo de 6 muertos, más de 20 heridos y, aún a la fecha, 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos desaparecidos; así como los presuntos vínculos con la delincuencia organizada del alcalde de Iguala, ahora prófugo, José Luis Abarca, a quien se le busca por su relación con los hechos violentos cometidos en contra de los jóvenes.
Respecto a esta intromisión del crimen organizado en los gobiernos municipales habló el secretario general de Gobierno de Zacatecas, Francisco Escobedo Villegas, pero enfocándose a la situación que actualmente se vive en la entidad.
En este sentido, el funcionario aseguró que no se tienen elementos para establecer relaciones de estas características entre los ayuntamientos y los grupos criminales que operan en el territorio zacatecano.
Así, Escobedo Villegas sostuvo que “nosotros no hacemos exámenes de control de confianza a las autoridades municipales (…) No tengo ningún elemento ni información alguna, ni indicio tampoco como para poder acusar o para poder decir que alguna autoridad municipal pudiera tener nexo con algún grupo de la delincuencia organizada”.
Al comentar que los exámenes de confianza se aplican únicamente a las corporaciones de seguridad de todos los niveles, aseveró que con base en los resultados de los controles de confianza “puede deducirse o puede saberse que algunos (policías municipales) sí pudieran tener alguna relación con algún grupo de la delincuencia organizada”.
Aun así, el secretario subrayó que ésta no es la única causa para reprobar estos exámenes, sino que son “varios elementos o aspectos” los que no permiten que un policía pase estas pruebas.
A consecuencia de la aplicación de estos exámenes de confianza y, por tanto, de la depuración de las policías municipales antes de que concluya el plazo el próximo 29 de octubre, Escobedo expuso que “algunos ya han reducido sensiblemente el estado de fuerza; de tal suerte que algunos municipios que tenían 30 policías, ahorita tienen 10 o 12, que son insuficientes para poder atender los temas de delincuencia común o de prevención en algunos municipios”.
Esto provoca que los elementos disponibles y las autoridades municipales en el tema de seguridad en ocasiones se vean rebasadas y requieran solicitar el apoyo de la Policía Estatal Preventiva (PEP) para poder “inhibir” la comisión de actos delictivos comunes o de grupos criminales.
Aunque no precisó qué municipios han solicitado la ayuda de la PEP, “porque a lo mejor entorpecemos algunas actividades”, expuso que todos los ayuntamientos han requerido este apoyo, ya sea para inhibir los actos ilícitos o para reforzar la seguridad en alguna festividad o evento concreto.
Agregó que “no estamos en un estado perfecto de seguridad porque Zacatecas no es una isla apartada del mundo o del país en ningún tema, y tampoco en el de seguridad, somos parte de una realidad nacional y sí tenemos algunas complicaciones, algunos problemas que siempre hemos reconocido”.
Por ejemplo, dijo que los robos a casa habitación sí “se nos ha estado complicando” y agregó que “no estamos exentos de que de pronto podamos sufrir un asalto”. No obstante, concluyó que las acciones del gobierno en materia de seguridad “han rendido frutos; (…) seguimos avanzando”.
