Barcelona. El presidente del gobierno de Cataluña, Artur Mas, renunció hoy a celebrar el referéndum independentista que convocó de cara al 9 de noviembre en la región del noreste de España, informaron hoy medios españoles.
El jefe del Ejecutivo regional admitió ante los partidos que apoyan la votación que ésta no puede celebrarse tal y como se planteó, al haber sido suspendida cautelarmente por el Tribunal Constitucional español, por lo que presentará una propuesta alternativa para preguntar a los catalanes por el futuro de la región.
En ese mismo sentido se manifestó un miembro del gobierno catalán. «Cataluña está determinada a canalizar sus inquietudes por la vía legal y pacífica (…) El 9 de noviembre lo vamos a conseguir, o lo conseguiremos en otra fecha posterior», dijo a periodistas en Barcelona Felip Puig, responsable del departamento de Empresa y Ocupación del gobierno regional presidido por Mas.
La semana anterior, el portavoz gubernamental Francesc Homs había establecido el 15 de octubre como la fecha límite para decidir si la consulta, férreamente rechazada por el gobierno español, se podía celebrar con todas las garantías democráticas.
Aunque el gobierno regional afirma públicamente mantener vigente la convocatoria para el 9 de noviembre pese a la suspensión judicial anunciada el 29 septiembre, ya se han atrasado algunos de los trámites necesarios, como la publicación del censo de participantes, los sitios de votación o la designación de las personas que deberán trabajar en los colegios electorales.
Mas, que se había comprometido anteriormente a actuar dentro de la legalidad, reunió el jueves a los partidos proconsulta para buscar una salida a la situación pero, según fuentes de estas formaciones, no se llegó a ningún acuerdo. Los contactos deben proseguir esta semana para limar las discrepancias cada vez más evidentes entre las diferentes formaciones.
«Estamos preocupados porque cada día que pasa las garantías son más débiles», dijo también este lunes Anna Simó, portavoz de la izquierda independentista ERC, principales aliados de Mas y partidarios de ejercer la desobediencia civil ante la suspensión judicial.
«No hay escollos legales ni organizativos para hacer la consulta si hay voluntad de hacerla (…) El gobierno deberá decir si quiere hacerlo o no», afirmó.
Mientras, el jefe de gobierno español Mariano Rajoy, inflexible ante las reclamas nacionalistas hasta el momento, ha multiplicado recientemente los mensajes de acercamiento hacia esta región nororiental de 7,5 millones de habitantes que ha vivido un auge del independentismo en los últimos años.
Aprovechando la fiesta nacional española del 12 de octubre, Rajoy publicó un artículo en la edición en catalán de El País alabando «el pluralismo» del Estado española y mostrando su voluntad de establecer «puentes de diálogo» dentro de la ley que no permite a una región decidir unilateralmente su futuro.
