18.4 C
Zacatecas
miércoles, 24 abril, 2024
spot_img

El Canto del Fénix

Más Leídas

- Publicidad -

Por: SIMITRIO QUEZADA •

  • Nos queda la fe

Queda comprobado en este país que es mentira que la preparación académica resulta decisiva para tener una mejor calidad de vida. ¿Cómo exijo a mis hijos que estudien mucho, que se esmeren a la hora de hacer sus tareas escolares, que sean hombres íntegros, cabales, si a la vuelta de la esquina los rebasarán sinvergüenzas? ¿Cómo les exijo que terminen una carrera universitaria, que concluyan una maestría, si puede ser su jefe alguien que no sólo no haya cursado estudios formales sino que además sea experto en truculencias y corrupción?

- Publicidad -

El mundo es lugar de infamias y búsquedas de armonías. El mundo no es un lugar bello, sino más bien una selva. It’s a jungle out there decía el único cuadro que tenía en su oficina mi directora de facultad en la frontera mexicana norte, profesionista que dedicaba la mitad de la jornada laboral en defenderse de la grilla nuestra de cada día.

El mundo es lugar sin consideraciones, un lugar donde poco a poco desaparece el sentido de hermandad, la solidaridad y la justicia. El mundo, éste que dejamos a nuestros hijos, padece un egoísmo atroz. Cabalga ostentando estandartes de buena voluntad, mismos que tiene a la venta.

Este frío que nos rodea nos mantiene inermes. ¿Cuál es el sentido de transmitir educación para vivir en medio de una sociedad que ya no existe, que ya no es la misma?

Nos queda la fe, la rara fe, aunque duele conservarla. Queda un germen de tozudez en el tuétano, entre los poros del espinazo, aferrados los que resistimos a las paredes de lodo y las ramas pequeñas.

Se vale tener sueños y hay que mantenerlos aunque no se pueda contar con los espacios para realizarlos. Arrebatamos, nadamos entre cieno. Nos queda la fe que nos dice que puede uno doblarse todo lo que se quiera, pero nunca quebrarse.

Esta esperanza es una cometa que no debe caer. Chupo el cañuto de la desventura sabiendo que ese acto puede resultar necesario, que es un sacrificio formador y que pronto habrá de plantarse un trecho menos ingrato, que el viento amainará y será brisa, preludio de paz.

Nos queda la fe en medio de tanta estupidez, de tanta mediocridad, de tanta barbajanería. Nos queda la fe en medio de la ruina, de la burla, de la soberbia que malgobierna destinos ajenos. Nos queda la fe en medio de la mentira, de la saña, de la necedad.

Nos queda la fe en medio de los truhanes, de los hipócritas y traidores. Nos queda la fe en medio de la envidia, la avaricia y la pereza. Nos queda la fe en medio de grupúsculos, gañanes y mequetrefes rotundamente vacíos.

 

[email protected]

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -