■ A la par serán inauguradas tres salas dedicadas a las obras de Omar Rayo y José Luis Cuevas
■ La serie se compone de una decena de cuadros de gran formato de entre 2.40 y 1.80 metros
Como una expresión de gratitud hacia Zacatecas, la serie Vértebras del Desierto, donde Rafael Ordoñez recrea la cromática del paisaje de la Gran Chichimeca con sus tonos cálidos: rojos, naranjas, tierras y ocres, será exhibida en Colombia.
De esta manera, el artista da continuidad al diálogo que ha protagonizado entre ambos países desde hace ocho años, cuando llegó a Zacatecas desde Roldanillo como representante de la plástica del Museo Rayo de Dibujo y Grabado Latinoamericano, donde se formó, mediante otros creadores, los mexicanos Manuel Felguérez, Gilberto Aceves Navarro, Mario de Martín del Campo y Arnaldo Cohen.
Coincidente con éste serán inauguradas el 22 de noviembre de 2014 en el Museo Rayo, uno de los museos emblemáticos de la plástica de América Latina, tres salas temporales dedicadas respectivamente, a las obras del propio Omar Rayo, José Luis Cuevas y Rafael Ordoñez.
Para Ordoñez Franco, la ocasión es afortunada pues señala, significa “llevar parte de mi vivencia en Zacatecas de estos ocho años en que no he dejado de trabajar. Antes traía obra hecha en Colombia para México, ahora llevo realizada en México para Colombia”.
Recordó de este intercambio, la invitación que le hiciera Manuel Felguérez para exponer en el museo de Arte Abstracto que lleva su nombre y de la que derivó su residencia en el país por casi una década, misma en la que entre otras exposiciones, logró la realizada en el Antiguo Templo de San Agustín.
“Se mostró una serie muy fuerte que fue Colombia, trópico de un cáncer”, realizada sobre el tema de la violencia en el país sudamericano.
Ahora dice, “llevó una obra muy amable, muy del paisaje de Zacatecas”. Y que se inspira entre otros aspectos, en su visión aérea del territorio local, mediante la que pudo percibir las diferenciaciones de color.
Curiosamente Rafael Ordoñez nunca ha realizado obra en torno al paisaje colombiano al que ama por su profusas posibilidades de verdes originados en la zona tropical, y quizás sea esta la ocasión adelanta, de hacer este ejercicio que sí le provocara el entorno zacatecano desde su llegada.
El texto de presentación para Vértebras del Desierto fue realizado por Eva Gaytán. Ordoñez lo califica de acertado “porque se habla de un cielo cruel y una tierra colorada. Y eso es lo que prácticamente pongo en mis lienzos. De pronto a la vista de la gente que nació aquí, muy querida y bellos todos, no nos percatamos de esto, pero cuando uno viene de una tierra tan tropical, tan húmeda y tan verde…como artista me agredió, en buena manera, a hacer esta obra”.
Gaytán dice en Monólogo desértico para principiantes en las ausencias y olvidos donde recupera parte de la visión poética de Ramón López Velarde: “El campo zacatecano muere de sed, porque el cielo se niega a llorar encima de él, pero ambos mueren con la dignidad intacta y nunca aceptan que se necesitan. La tierra de Zacatecas es roja como la sangre y los cielos azules como el mar. La sequía abate al campesino, pero no se atreve a reclamar a Dios nada pues el paisaje es puro, completo en sí mismo.
Rafael Ordoñez, sin conocer al vate zacatecano, reflejó en su obra la fusión de vida y muerte, de colores y ausencias que se rehúsan a alejarse; pues han aprendido a amarse y entregarse completas y en parejas”.
Vértebras del desierto se compone de una decena de cuadros de gran formato de entre 2.40 y 1.80 metros. Es parte de la serie de mismo nombre que suma más de 100 obras de pequeño formato, misma que ha venido realizando Rafael Ordoñez durante su estancia en Zacatecas.
