■ Depende de los universitarios la posibilidad de mantener la autonomía, advierte
■ Un reto de la Comisión Especial, garantizar una actitud ética, sin politizar temas de discusión, dice
La crisis financiera e institucional en que se encuentra la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), aunado a una Rectoría débil, puede derivar en una oportunidad para que Gobierno Federal obligue a instaurar una Junta de Gobierno en la Máxima Casa de Estudios, advirtió Eduardo Francisco Ríos Martínez, actualmente funcionario de la Comisión Electoral.
“Yo espero que el Rector no esté haciendo todo lo posible, sin querer hacerlo, de que a final de cuentas tengamos una Junta de Gobierno, porque está latente lo que ha sucedido en otras universidades como la de Durango y Yucatán”, expresó.
Asimismo, manifestó que depende de los universitarios la posibilidad de mantener la autonomía, ya que “hay el temor de que Armando Silva, ante el manejo no efectivo de la situación de crisis en la que nos encontramos, orille a las autoridades federales a tomar decisiones”.
Por el contrario, cuando se observa a un rector con liderazgo que plantea proyectos que le puedan dar un voto de confianza, las autoridades federales tratan de legitimarlo a través del otorgamiento del recurso necesario para que una determinada universidad se sostenga, explicó.
En ese sentido, Ríos Martínez comentó que algunos personajes al interior de la UAZ que promovieron la idea de la Junta de Gobierno, finalmente “se echaron para atrás porque se dieron cuenta que no había necesidad de impulsarla. Cuando Gobierno Federal decide instalar una Junta de Gobierno para poner en orden a una casa de estudios que está en completa bancarrota, no es necesario que haya intermediarios”.
Respecto a la creación de una comisión que se encargue de analizar y elaborar propuestas para atender los problemas de la institución, dijo que, aunque es importante que participen muchos universitarios, debió delimitarse a aquellos que tuvieran un perfil idóneo para procesar la información institucional.
Además, señaló que uno de los retos de esa comisión será garantizar una actitud ética, sin politizar los aspectos que se discutan y analicen, puesto que ello puede provocar confusión, desaliento y que cada quién pretenda “llevar agua a su molino para próximos eventos políticos”.
Ríos Martínez manifestó también que el trabajo de esa comisión debe ser claro y preciso, porque parece ser que en el Consejo Universitario se aplica el dicho “todo lo que quieras que no se haga, túrnalo a comisión”.
Otro problema que se presentará en dicha comisión, desde su punto de vista, es que muchos de sus integrantes querrán liderarla y en consecuencia se van a presentar muchos problemas, entre ellos los procedimientos que acuerden para su funcionamiento.
Además, dijo que al interior de esa comisión hay universitarios que difícilmente tienen comunicación entre sí y es imposible que generen una relación de empatía, mientras que los estudiantes y trabajadores serán discriminados y los académicos querrán hacer valer sus puntos de vista.
Por último, expuso que el hecho de descartar la realización de un Congreso Universitario, impulsado por algunos grupos al interior de la institución, se debe a que “se dieron cuenta que la correlación de fuerzas en la Universidad se modifica de acuerdo con la correlación de fuerzas externas”.
