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jueves, 18 abril, 2024
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Llega trabajo elaborado en palo fierro al pabellón artesanal

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Por: ALMA RÍOS •

  • Escultores de  Guerrero llegan a Zacatecas para vender la variedad de figuras que fabrican
  • El oficio de tallar la madera para darle forma es algo que viene de familia, comparten

El Palo fierro (Olneya tesota) es un árbol  que se encuentra en el suroeste de los Estados Unidos y norte de México, en este último caso, en los estados de Baja California y Sonora. Su nombre deriva de su dureza y consistencia.

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Ancestralmente ha sido trabajado escultóricamente por los indios seris y yaquis de Sonora, quienes desbastaban la madera con hacha, la pulían con arena de desierto y daban el acabado final con cebo de coyote.

José Godínez, presente en el pabellón artesanal de la Feria Nacional de Zacatecas 2014,  comenta que  actualmente se utiliza para desbastar la pieza, esto es, quitar a un trozo de madera lo suficiente para darle forma a una ballena, tortuga, caballo, gallo, correcaminos, toro, etc., una sierra circular y se afina el objeto con lija gruesa, el acabado suave y brillante se obtiene con grasa para zapatos.

El caso de Godínez y su hermano Paladio, pudiera ser representativo de lo que el sociólogo Gustavo Esteva refiere al decir que los seres humanos no son individuos sino nodos de redes, un producto de interrelaciones. Los artesanos son originarios de Guerrero como lo fue su padre, quien les enseñó el oficio aprendido en Bahía de Kino, Sonora, lugar al que llegó  hace muchos años a vender hamacas desde el sur del país.

La travesía del patriarca culminó en Nuevo Progreso, localidad de Río Bravo en la zona limítrofe con los Estados Unidos. Es un asentamiento humano ubicado entre los municipios Tamaulipas y Reynosa.

Aprendido el arte, los viajes continúan, pues cada que es necesario el abastecimiento de palo fierro, debe viajarse desde Nuevo Progreso, ahora hasta Miguel Alemán en Sonora, una travesía que implica 28 horas de ida y 33 de vuelta, dice.

El mercado fuerte de José Godínez y sus familiares son los Estados Unidos ¿Qué prefieren los norteamericanos?, pregunta, bellísimas reproducciones de ballenas azules, delfines, águilas, ofrece ejemplos. Los mexicanos optan por caballos, venados, toros, gallos.

Un par de ballenas esculpidas de aproximadamente 30 y 20 centímetros, respectivamente, madre e hija colocadas sobre una base que pareciera ser una formación rocosa, puede alcanzar un valor de hasta mil 500 pesos, un delfín de 35 centímetros, unos 400.

Las piezas más económicas son de aproximadamente 3 por 4 centímetros, cuestan 100 pesos y la de valor más elevado es una caja adornada en la tapa con la cabeza de un borrego cimarrón en relieve.

José Godínez trajo a Zacatecas también peces vela, tortugas, correcaminos, todos ellos, animales que recrearon los seris y yaquis de su entorno.

Este artesano se inició lijando piezas a los 12 años de edad al lado de su padre, a los 17 ya esculpía. Actualmente tiene cuatro hijos de 18, 17, 15 y 10 años de edad, todos varones. A él le gustaría que aprendieran a realizar esta artesanía pero ya no existe en ellos ese interés, “dicen que es muy cansado y muy peligroso por la sierra de disco…yo creo que es por eso”.

 

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