■ En lo que va de 2014 se han repatriado 7 mil 301 infantes
Tanto en México como en Estados Unidos se violentan los derechos de los niños, niñas y jóvenes no acompañados que viajan al país fronterizo por diferentes circunstancias, entre ellas el deseo de buscar a sus padres que emigraron al buscar el sueño americano. “Muchos menores que son deportados, no cuentan con el derecho a la educación y a la salud, y no se les atiende de forma integral cuando regresan a sus comunidades”.
Lo anterior lo señaló Alejandro Alonso Estevez Compean, capacitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) durante su conferencia Niños, niñas y adolescentes no acompañados, en el foyer del teatro Calderón, dentro de la conmemoración del Día del Migrante por parte de la Comisión de Derechos Humanos de Zacatecas (Cdhez).
En 2010 se deportaron 20 mil 438 menores, de estos, de 0 a 11 años fueron 18 mil 645, y de 12 a 17 años, mil 793. En el año siguiente se repatriaron 15 mil 524, de estos, 14 mil 620 fueron menores de 0 a 12 años, y 904, de 12 a 17 años.
En 2012 se repatriaron 17 mil 129, de los cuales 16 mil 307 eran menores de 0 a 12 años de edad y 822, de 12 a 17. En 2013 fueron 16 mil 971, siendo 16 mil 148 de 0 a 12 años y 82,3 de 12 a 17; en lo que va de este año van 7 mil 301, de estos, 6 mil 823 son niños de 0 a 12 años y 479, de 12 a 17 años.
También se ven afectados emocionalmente, pues cuando los padres emigran, dejando al menor con la abuela, tíos o algún pariente, el menor se siente abandonado, pues se rompen los lazos familiares.
Compean apuntó que todo niño que busca llegar a los Estados Unidos, lo hace sin tener datos específicos del domicilio de sus familiares, pues su único sueño es encontrarlos en la referencia que tienen de donde se encuentran, por ejemplo si radican en Los Ángeles, el menor sólo busca llegar a ese lugar con el sueño de encontrarse con sus padres.
En comparación con un adulto, los menores y adolescentes, que son deportados hasta tres veces, buscan llegar a ese país motivados por ese sueño, y según su naturaleza, actúan por el impulso de sus emociones.
“Los que logran llegar, o que son llevados por sus padres, deben adaptarse a un nuevo idioma, ya que choca con un entorno cultural diferente al de su lugar de origen, adecuándose reglamentos de ley diferentes a las de México”, dijo.
El capacitador de la CNDH agregó que además de acoplarse a vivir en un régimen de leyes diferentes, en muchos casos deben soportar el racismo, pues en aquel país aún existe segregación racial, y se criminaliza a las personas por su condición de origen, color o raza, siendo rechazado por nacer fuera de ese entorno.
Los factores de afectación en la infancia pueden originar que estos menores se integren a pandillas o grupos similares, conformadas por jóvenes de entre 12 a 15 años, que se cohesionan al no tener una identidad propia, y que además caen en adicciones de alcohol y drogas.
Los hijos de mexicanos que viven en Estados Unidos, y que sus padres son deportados, son rescatados por autoridades de aquel país, y buscan darlos en adopción, lo que vulnera sus derechos humanos, pero si los progenitores son bien asesorados legalmente, pueden recuperar a sus hijos.
El conferencista indicó que cuando los menores mexicanos son deportados, se hace sin respetar los convenios establecidos entre México y Estados Unidos, pues no se comunica a las autoridades nacionales de la deportación, y los regresan durante la madrugada.
Esto incrementa los riesgos para menores, pues las rutas de paso para Estados Unidos que usan los migrantes, también son utilizadas por personas del crimen organizado para el contrabando de armas y drogas.
En México también se vulneran los derechos de niños migrantes centroamericanos que cruzan el país, los cuales son canalizados al Instituto Nacional de Migración (INM) en donde los internan en un albergue, que tiene un modelo carcelario al estar rodeados de rejas.
Señaló que “son acosados por personal de la Policía Federal, Ejército Mexicano, Marina, quienes les exigen que muestren sus documentos migratorios, cuando los únicos validados para hacerlo son los trabajadores del INM”.
Por su parte, Rigoberto Castañeda, titular del Instituto Estatal de Migración (IEM), informó que en lo que va del año, se han atendido a 34 niños repatriados, y se han destinado más de 200 mil pesos para ayudarlos a regresar a su comunidad.
