No sé si el otoño es o no el tiempo tradicional para levantar cosechas, sobre todo hoy, cuando gracias a la tecnología, lo estacional artificial ayuda a aprovechar mejor lo estacional natural y recolectar asume un rango tan holístico como “flexibles” y tecnológicamente justas sean la realidad, las aspiraciones y ubicaciones de quienes sienten llegado el momento de hacerlo, al grado incluso de agregar cierto esmero, escenográfico y semántico, al usar o actuar el término anticipación en la foto. ¿Qué dice? Algunos, alguien ve, anticipación o infracción de reglas. No obstante la polisemia, la cuestión no es, si tal evento de medios estuvo fuera de tiempo o ahí se sembró una imagen del dicho popular: ¡Al que madruga, Dios lo ayuda! Algo lejano, dada la seriedad característica de ambos.
Ni se trató de quemar a los protagonistas por iniciar o no, a concretar algo que se proponen, un sueño para el dirigente que sale y un tanto menos para el probado dirigente Olvera y una diputada federal con horizontes posibles, aunque Judit ascendió por el Verde a su actual investidura. El dirigente ido cumplió con disciplina, culminó una etapa y por su trabajo leal no quedará en el desamparo político. Al contrario, pertenece al clan de los profesores que se reorganiza y reubica de acuerdo al calendario político municipal y estatal, sobre todo, y hoy cuenta con más fuentes de recursos que hace tres años. Jugarán a ganar o a situarse, con poder e influencia, en el bando ganador. Hay evaporaciones, evanescencias y espejismos políticos, superables sin codicia, egoísmo o caprichos; ya están grandecitos en edad, en cultura general y política. Si a pesar de su profesión y práctica, no se han cultivado, ni densificado su formación: es su bronca y a la larga será su perdición política, si se inclinan hacia la banalidad. Lo anterior vale para otros políticos que deben persistir con innovaciones: Pedro de León, Javier Valadez, etc., sin excluir al gobernador, requerido de unidad dinámica, creatividad y fortaleza, auténticas, exposición moderada, por estrategia, para remontar, sin ruido ni sobresaltos, su sexenio; consciente de lo que implicaría otro ascenso político en su trayectoria. Mientras, su gobierno habrá de permanecer alerta ante la percepción general de que violencia e inseguridad no están vencidas en el Estado. Con todo, en nada se parece esto, al barullo armado por otras fuerzas políticas, anticipadas y a la postre contendientes, sin resultados previsibles, por su ambición, aunque recursos económicos les sobren para invertir en sus (personales) proyectos.
En el relevo anterior, el dirigente nacional del PRI, César Camacho, no se midió al insistir en que “los priístas deberán difundir las bondades de estas reformas (estructurales) a la población de forma sencilla, y fundamentar sus alcances y no se quede en una explicación discursiva, pues los mexicanos exigen resultados inmediatos”, explicó. Agregó que “la gente que está enterada de las reformas quiere ver resultados, y nosotros estamos convencidos de que algunas tienen un proceso que puede llevar semanas, meses y años, por eso es importante echar a andar cuanto antes este proceso de ejecución”. Mensaje contradictorio y sin la percepción focalizada, no se midió al omitir pensar en la especificidad de lo que significa para el pueblo de Zacatecas aludir a la azarosa y larga temporalidad en que anunció se verán los resultados. O sea, nada en concreto y descargó la precisión en los comerciales propagandísticos de Peña Nieto, que asestan los medios a los zacatecanos y lo mismo aluden a avances específicos o a errores garrafales.
La semana iniciaban en la UAZ, la comunicación y las actividades a llevar a cabo por los universitarios ante la enésima falta de respaldo financiero para continuar operando su misión de educar. Cada año, recién iniciado el segundo semestre académico se agotan los recursos financieros ordinarios asignados y se abre paso a las distintas contingencias para enfrentarlos. Sin información de que hicieran al respecto la instancia o comisión universitaria, los universitarios por sí mismos iniciaron a reunirse para deliberar en torno a ese inmediato problema y las posiciones partían de donde se habían dejado antes: convocar, manifestarse, ir al “centro” a reclamar atención, etc. Los líderes y operativos de hecho eran los mismos del movimiento anterior, suficientes para llamar la atención y convocar a realizar lo que fuera necesario para de nuevo enfrentar y resolver el problema de la falta de recursos. De nuevo se mencionó exigir la renuncia al Rector Silva y tal vez se proyectaban las actividades y barajaban nombres para relevar a quien incumpliera con su trabajo en la actual administración universitaria. En eso se estaba, cuando Luis Videgaray, secretario de Hacienda, en el gobierno del presidente Peña Nieto, visitó Zacatecas y comprometió el apoyo presupuestal de la Federación para rescatar a la UAZ y a los municipios que se encuentren en situación parecida, casi todos. En el aire: ¿a cambio de qué? ■
