■ La entidad, sexta en contar con un Centro de Observación, Clasificación y Desintoxicación
■ Se abocará a atender trastornos propios del entorno carcelario como la esquizofrenia: Pinto
Zacatecas se convertirá en el sexto estado del país en tener un Centro de Observación, Clasificación y Desintoxicación (Oclade) al interior de un penal. Este espacio, aseguró el secretario de Seguridad Pública, Jesús Pinto Ortiz, se ubicará en las instalaciones del Centro Regional de Reinserción Social (Cerereso) de Cieneguillas.
El centro, explicó el funcionario, ya se encuentra construido. Además, precisó que en él se brindarán servicios de atención hospitalaria enfocada a las enfermedades que, según los registros, se generan con mayor facilidad en el entorno carcelario, como es el caso de la esquizofrenia.
En este sentido, añadió que es “un centro hospitalario para dar atención a gente con enfermedades que se adquieren dentro de las prisiones, esquizofrenia, (…) precisamente para evitar suicidios, que son muy comunes en los centros penitenciarios. (…) Vamos a ser el sexto estado. Ya están las instalaciones, ya está todo”.
Debido a que se tiene ya el avance total en la obra física, confió en que este centro pueda comenzar a operar antes de que se presente el Cuarto Informe de Gobierno, el próximo 8 de septiembre.
Pinto Ortiz, en el mismo tema de los centros penitenciarios, hizo referencia al reciente relevo que se dio en la dirección del Cerereso de Cieneguillas, donde dejó el cargo Francisco Javier Bernal Ortiz y rindió protesta el Teniente Coronel Antonio Solís Álvarez.
Al respecto, reiteró la postura ya ofrecida por Gobierno del Estado en un comunicado de prensa, que este cambio no se debió a ningún hecho concertó que se haya suscitado al interior de la cárcel. Por el contrario, agregó, esta decisión respondió a un cambio de “rutina”, pues recordó que Bernal Ortiz “entró casi de emergencia después de Fabiola y nadie quería; y, a pesar de su edad, Bernal se aventó, y hay que darle las gracias en ese sentido”.
Recalcó que es difícil encontrar a personas que quieran ocupar estos cargos en los reclusorios, ya que tienen problemáticas fuertes como el tráfico de drogas y disputas graves entre los internos.
Concretamente, puntualizó el secretario, “los centros penitenciarios más grandes y concurridos por el sistema judicial son los más problemáticos. (…) No es imposible un control a 100 por ciento, pero es difícil. (…) Hay trasiego de droga, hay compra de influencias, hay pleitos internos muy fuertes incluso entre cárteles. Entonces, no es fácil manejar un centro penitenciario de 850 gentes”.
