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martes, 23 abril, 2024
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Presentan Infinita sangre bajo nuestros túneles, del zacatecano Manuel R. Montes

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Por: ALMA RÍOS •

■ La obra puede ser descrita como “realismo terrorífico”, señala el escritor Gonzalo Lizardo

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■ Preocupa que no se dé la suficiente promoción debido a políticas gubernamentales, externan

Infinita sangre bajo nuestros túneles, de Manuel R. Montes, tuvo que esperar para su publicación por siete años no obstante haber obtenido el Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Segunda Novela 2007. Pasado este tiempo, señala Gonzalo Lizardo para su presentación, “me atrevo a pensar que este retraso ha sido bueno porque es una novela importante a pesar de su retraso y es una novela atemporal”.

La narración del nacimiento de un hijo, “tema muy sensible para los seres humanos”, es intensamente expuesta por el autor mediante la condición de prematura fragilidad de quien en la novela se refiere como “el octomesino”, un ser sin nombre que concentra la atención de sus padres ante el drama de verlo debatirse entre la vida y la muerte debido a las deformaciones y disfunciones orgánicas congénitas, refiere.

En su opinión, ésta que es la segunda obra escrita por zacatecanos que logra esta distinción, deberá tener “casi igual trascendencia” que la lograda por Donde deben estar las catedrales de Severino Salazar, su antecesora.

Luego de ubicarla como “extraordinariamente buena”, manifestó en esta misma tónica, su extrañeza de que no se le hubiere apoyado por otra importante editorial en aquel momento, luego de que Tusquets, abandonara el proyecto del INBA.

Una peculiaridad de esta primera novela de Manuel R. Montes, que según le confiara a Lizardo fue escrita en tres semanas, lo que representa, dice este último, una hazaña y denota que “casi, casi nació entera”, otro de los motivos para catalogarla como extraordinaria, es su escritura experimental.

En la narrativa no se hace uso de mayúsculas ni puntos y aparte, sus fraseos se administran con “puras comas y minúsculas de tal manera que su lectura no resulta fácil para un lector descuidado”, señala.

Aun cuando requiere de concentración del lector para darle seguimiento, luego que se trasciende esa dificultad aparente, comenta el también docente en la Universidad Autónoma de Zacatecas, es una novela que se disfruta padeciéndose, sensación que equipara a la que se experimenta frente a una película de terror en la que “sabemos que nos vamos a espantar pero la disfrutamos”.

La obra de Manuel R. Montes puede ser descrita entonces como “realismo terrorífico” dice Lizardo, pues “siempre que se ama algo se sufre su pérdida anticipada (…) es un amor que está ligado indisociablemente al terror de la muerte”.

El también novelista, quien ofreció ayer en La Cofradía comentarios al que también definió como el texto más logrado entre los cuentos, ensayos y novelas publicados por R. Montes, externó su preocupación acerca de que Infinita sangre bajo nuestros túneles, aparecida ahora bajo un sello oficial, Pictografía, no se divulgue lo suficiente, pues señala, en estos contextos la promoción depende mucho de las políticas gubernamentales.

Al respecto expresó su deseo de que esto no suceda con una novela “que va a ser importante en las letras zacatecas” y reitera, vale la penar leer y recomendar. Escrita por quien destacó como un joven autor muy comprometido con su oficio, mismo que ha logrado insertarse en los medios culturales del país.

Manuel R. Montes (Zacatecas, Zac., 1981) ha recibido además, el Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos por Llanto de Lisboa (Instituto Cultural de Aguascalientes, 2009). Ha publicado El inconcluso decaedro y otros relatos (Instituto Zacatecano de Cultura, 2003), Loquios (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2008) y Pentimenti. Cuentos en retrospectiva. 2011-2004 (Taberna Libraria Editores, 2012). Fue editor de la revista La cabeza del moro entre 2005 a 2009.

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