■ Desde 2012, en que se suscitó el hundimiento de tierra, no hay servicios religiosos: De la Rosa
■ Desconoce si las imágenes y objetos sacros fueron llevados al templo de Nuevo Salaverna
Roberto de la Rosa Dávila, delegado municipal de Salaverna en el municipio de Mazapil, desconoce si las imágenes y otros objetos sacros que los miembros de su comunidad acordaron con autoridades eclesiásticas se resguardaran en la parroquia de Mazapil, todavía se encuentran allí o ya fueron trasladados al templo de Nuevo Salaverna, en lo que considera una violación por parte del obispo Sigifredo Noriega Barceló a este compromiso.
No obstante, hizo llegar a este diario una copia fotostática del acta que sustentaría su dicho, fechada el 30 de septiembre de 2013 y firmada por autoridades civiles y religiosas, entre éstas últimas el representante del obispo en aquella región, José Concepción García Contreras; el párroco de San Gregorio Magno, Filiberto Octavio Campos Nájar, y el presbítero José Concepción García Contreras.
Luego de enterarse que Noriega Barceló expresó a los medios de comunicación la no existencia de un documento al respecto, agregó no saber ya qué pensar acerca de la seriedad o cabalidad de las autoridades eclesiásticas en respuesta a este episodio que ha implicado un revés más para quienes se resisten a la incertidumbre de salir de sus tierras, desde hace años en disputa contra la minera Frisco Tayahua, propiedad de Carlos Slim.
Refirió como una de las reacciones de la gente aún asentada en Salaverna, el manifestar su enojo e impotencia, señalando optarían por otra creencia.
Esto tras sentir el abandono de sus líderes religiosos luego de saber del acuerdo tomado entre Noriega Barceló y los habitantes de Nuevo Salaverna para reubicar en este último lugar las piezas, cosa que consideran un hecho injusto en tanto que el acuerdo que se cita involucró sólo a los todavía habitantes de Salaverna y no a aquellos que lo dejaron todo para ubicarse en la otra localidad.
Pero asegura Roberto de la Rosa, no es el caso, y más bien refiere, “Dios puso la Iglesia en manos de hombres y somos humanos. El maestro Jesús no tiene la culpa de nada de esto, ¿por qué lo vamos a abandonar?”.
Por el contrario, señala, se cobijarán en su fe, pues dijo “estamos viendo que se están sirviendo de un dios materialista que ya se forjaron. Hay que tener la fe bien puesta en el creador por quien están hechas las cosas, no en el destructor”.
“El día que nos quiten la fe ya nos llevó la fregada”, dijo, luego de comentar que desde diciembre de 2012 en que se suscitó el hundimiento de la tierra derivado de las actividades de la minera, y que ha propiciado no sólo la afectación con fisuras a casas sino de la parroquia donde se encontraban los objetos en disputa, no han tenido en el lugar servicios religiosos.
Cada familia ha acudido a donde puede para participar de esta que es una necesidad espiritual y que reiteradamente se les ha negado, alegando riesgos para los oficiantes, aun cuando se les han propuesto a los presbíteros sitios seguros para ello, caso concreto de una plaza que no presenta daños.
Al respecto Roberto de la Rosa señala que él como líder civil del lugar no abandonará a su gente, como cree no debieran hacerlo “sus pastores”.
