■ El periodista presenta su libro Los corruptores; ya prepara la segunda parte, anuncia
■ El poder teme a un hashtag o trending topic negativo; las redes causan roncha a este sector, dice
Los corruptores es la vía que Jorge Zepeda Patterson usa para tratar de entender y exhibir el poder en México, se vale de una novela para llegar a los espacios oscuros de la recámara del poder a donde no llega la luz periodística, mediante una óptica que no puede verse desde las ventanas.
Escrita antes de la elección presidencial de 2012, pero con una visión futurista, el periodista y escritor augura en su trama lo que sería el regreso del PRI a Los Pinos ese mismo año que era electoral, aunque con el riesgo en aquel entonces de que no fuera así.
Hubo un momento, incluso que con 25 por ciento de avance, llegó a pensar que ya había “valido madre” su relato cuando Andrés Manuel López Obrador estuvo a unos puntos de alcanzar a Enrique Peña Nieto.
Los Corruptores, que según relató Jorge, le propició una llamada del priísta Manlio Fabio Beltrones, para preguntarle si era él su personaje principal, además de una historia de amor y lealtades, habla de los códigos del poder no escritos, e incluso de cómo los políticos hoy en día le tienen más miedo a un hashtag crítico en las redes sociales que al PRD y PAN juntos.
El director general del portal de Internet Sin embargo estuvo ayer en Zacatecas para presentar su libro en el ámbito de los Foros de Libertad, que organiza La Jornada Zacatecas. Texto que fue presentado por el periodista Alonso Chávez Landeros y la académica Lucía Medina Suarez del Real.
Durante la charla, Zepeda refirió cómo a lo largo de 25 años de su trayectoria y la sensación de quedarse corto en los recursos periodísticos que tiene para exhibir al poder, decidió hacer uso de la ficción para narrar todo aquello que el periodismo no pude cubrir respecto de lo que sucede entre los poderosos y la manera en que lo ejercen en secreto.
Un ejemplo claro es lo que sucede en las Cámaras para la aprobación de una ley, donde sólo se puede hace nota con contexto y lo sucedido en la escena pública, pero siempre quedará fuera lo real, que es lo acordado en otros lugares, literal “tras bambalinas”.
“Lo que define la vida de los mexicanos no es en las curules, sino las charlas de los restaurantes de Polanco o las Lomas, donde se discuten las letras chicas”, lo cual no hacen necesariamente los legisladores, porque los 500 diputados federales son manejados por no más de 12 o15.
Zepeda Patterson, consciente de la antropología del poder y retomando la tradición decimonónica de la novela mexicana para abordar la realidad, parte en su novela del asesinato de una famosa actriz mexicana (en la que el autor ve una mezcla entre Maribel Guardia y Galilea Montijo sin que sea así), amante de Salazar, el ficticio secretario de Gobernación y tras ese hecho aprovecha para relatar cómo en la política no todo es blanco o negro, es así que da pistas para entender los códigos.
El autor también da pie para dilucidar en situaciones tan recientes que modifican el rumbo de la política como es Internet y el temor que el poder le tiene a un hashtag o un trending topic negativo. Es así que crea en la novela un personaje hacker que se vuelve fundamental para la historia.
El reciente escándalo de los diputados panistas que hacen una fiesta con bailarinas y que un video viral desencadena la renuncia de Luis Alberto Villareal a la coordinación de la bancada, o la Lady Profeco, son una muestra del poder de las redes sociales de las que habla, relató ante la presentación.
“Las redes causan roncha a la clase política, porque entre más se gobierne en lo oscurito es más fácil operar a conveniencia, para ellos hacer las cosas por fuera es fundamental”. Lo cual, explica la Ley de Telecomunicaciones y sus intentos de control.
Jorge Zepeda actualmente tiene tres columnas, una de ellas en el El País y otra en Sin embargo, pero sigue con la sensación de que con ese recurso escribe para los mismos, mientras que la novela le permite llegar a otros públicos para darles un vistazo a la política de ficción que, cree, nunca superará la de la realidad. Todo lo que se narra en Los Corruptores para nada está lejos de lo real.
El libro está en proceso de traducirse al polaco, italiano, francés y ya está en portugués, y aunque al lector de Varsovia le dará lo mismo el regreso del PRI, a él le interesa la trama por el suspenso y con eso justifica la novela que en sus palabras, intentar trascender la anestesia de un lector sometido al mismo tipo de información y análisis.
Aunque para los mexicanos la historia suena muy real, porque así como Manlio Fabio le dijo estar convencido que Salazar estaba hecho a su semejanza, hay personajes que aparecen con nombre y apellido, como Miguel Ángel Mancera y Carlos Salinas de Gortari, lo cual consideró, es “sabroso” para el lector, al estar con un pie en la realidad y otro en la ficción, pero Los Corruptores son infinitamente más creíbles que la realidad, dijo al anunciar la segunda parte de la novela, que ha vendido más de 50 mil ejemplares.
Lucía Medina y Alonso Chávez como presentadores, coincidieron en cómo el lector de la novela encuentra similitudes con la realidad, busca a los personajes en los noticieros e imagina las historias reales que ocultan las versiones oficiales leídas en los periódicos.
¿Se puede pasar un buen rato y al mismo tiempo reflexionar sobre la inverosímil realidad mexicana? ¿Cuál es la relación entre las mujeres del espectáculo y los políticos? ¿A qué le tienen miedo los políticos? ¿Sirven de algo los hashtags, los memes y las quejas en redes sociales? ¿Cuáles son los límites de la libertad de un periodista? Son algunas de las preguntas que dejan al aire los presentadores a posibles nuevos lectores y al propio autor.
