La obsesión por contar entre sus filas con una vocal mujer costó enormes esfuerzos a Iblis Levanah, cuyos integrantes vieron desfilar por la agrupación a infinidad de chicas que se discutieron con lo mejor de su arte y casi todas lograron grabar por lo menos una rola que quedó para la posteridad, si no en forma profesional, sí en demo o en vivo, como es el caso de la chava que participó en el Tianguis Cultural del Chopo o en el Teatro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Por aquí, están las grabaciones; ¿gustan?
Tras la aparición del disco que caracterizó a la Luna de Melancolía como una de las mejores agrupaciones locales dentro del heavy-gótico-progresivo, apareció en escena una chava de tremendos alcances histriónicos, un colguije aquí, una tirlanga allá, botas de plataforma, estoperoles, cabello desaliñado, maquillaje a más no poder, pintura y delineadores que proporcionaban la desgarbada figura de un rockero post hippie con arreglos a la displicente manera de pararse en un escenario, pero, eso qué, lo que más importaba era la voz; sin embargo, esa tercera edición del Día Estatal del Rock Zacatecano dejaba al descubierto la nueva línea de ataque de la Luna de Melancolía, con la fiera y portentosa voz de Paulina Suástegui, que aportaba enormidades al power metal, que recién habían adquirido Los Iblis melancólicos para cantarle al caos que ellos eran los amos en esos terrenos.
“Ella es Paulina, la nueva vocalista. ¿Qué le parecieron las nuevas rolas que compusimos?” La verdad, ganaron mucho en imagen, pero se fueron alejando poco a poco de las clásicas rolas cuasi progresivo-setenteras con vocalizaciones operísticas, para obviar en determinadas tonalidades, quizá por la extravagante presencia de Paulina, quien también un día decidió apartarse del camino para andar uno más personal.
Era noviembre de 2006 cuando se incorporó una chavita de excelentes vocalizaciones, con tendencias más heavy metaleras que las anteriores vocales de Iblis Levanah; la chaparrita de potente voz aguda se llama Perla Villamil y se discutía perfectamente en el escenario, con una gran capacidad para cantar lo que se le presentara; no obstante, poco duró el enlace con la Melancolía y, repentinamente, ya estaba en escena otra chaparrita bulliciosa con cuerpo y cara de Barbie.
Varios chavos sólo veían la frágil figura de Elizabeth moviéndose de un lado a otro del escenario, pero no lograba conjugar la voz con la temática de las nuevas composiciones, sí, aquellas que iniciara Pau, como Amo del caos -Qué may ahí cuando tenga las fotos, rola algunas de la morrita o ¿qué onda? Simón, ya sabes-, que detonaban en repeticiones del power que ahora era el alma de la banda. “La que sigue se llama Amo del caos. Arriba el Tianguis del Chopo y los chavos de acá, que vinieron a este tokín, expresaba Elizabeth en la tercera Muestra de Rock Zacatecano en El Chopo, en 2007. Al concluir la tocada, la banda sólo acató a gritar al unísono “Barbie, Barbie, Barbie”.
Pocos eventos celebraron juntos, pero fueron memorables, como el homenaje a los pioneros del rock zacatecano en el Teatro del IMSS, en la Ciudadela del Arte y en el quinto Día Estatal del Rock; luego, casi nada, la calma, y de nueva cuenta, ya estaban en escena, ahora con una chava espigada en las vocales, Kassandra, su nombre artístico; ahora deambulaba por los rumbos de los sonidos orquestales, pero definitivamente inclinados hacia el pop ochentero de manufactura sinfónica, que alcanzaba momentos de quietud, en lapsos, para ir concluyendo la melodía con estruendosos riffs que pasaban por encima de turbulentas aguas que desbordaban las encontradas corrientes hacia todos los mares. Luego, “Fernández”, luego, nadie, hasta el cambio aplazado, para dar origen a una nueva corriente y estilo que generó grandes expectativas y que, de un momento a otro, estallara en una gran propuesta musical, diferente pero muy potente, donde participa, desde febrero de 2007, Saharay López en la voz, dejando los teclados que tan característico sonido le contagió a la Iblis Levanah banda, y concluir esa etapa para traslaparse en el gran proyecto cósmico que la colocó en una situación de profesionalismo, como una alternativa para transmitir la emotividad de un concepto muy orquestal, fusionado con nuevos riffs que, aun con la nostalgia de sus integrantes, tuvieron que dar por terminado el trabajo anterior y continuar con este viaje tan interesante.
