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jueves, 28 marzo, 2024
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Acusan a Iglesia de incumplir acuerdo y cambiar imágenes religiosas a templo del Nuevo Salaverna

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Por: ALMA ALEJANDRA TAPIA •

■ Lamentamos el despojo a familias que resisten los embates de minera Frisco: delegado

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Al llevarse al Nuevo Salaverna las imágenes de la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en Salaverna, la semana pasada el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló y el párroco Filiberto Octavio Campos violaron un acuerdo hecho en septiembre de 2013, entre las autoridades civiles, la Iglesia Católica y los habitantes de la comunidad, quienes desde hace años encabezan una lucha legal en contra de la empresa minera Frisco Tayahua, la cual los ha querido desalojar para realizar la extracción de minerales.

Roberto de la Rosa, delegado de la comunidad, denunció los hechos y lamentó el despojo que hizo el obispo a las familias quienes resisten los embates de la empresa propiedad del magnate Carlos Slim, cuando su función debería ser la de proteger a los más desamparados.

Detalló que el año pasado la Iglesia, autoridades del ayuntamiento de Mazapil y los habitantes firmaron una acuerdo de resguardo de las imágenes, debido a lo deteriorado de la capilla, que tiene casi 90 años de vida y por el peligro que corre de colapsarse.

La condición fue que se reconstruyera, se hiciera un nuevo templo, o en caso de ser reubicada la población que aún sigue en Salaverna, llevar las imágenes a un sitio que cumpla las condiciones que piden.

Sin embargo, a mediados de la semana pasada con motivo de las fiestas patronales de Mazapil acudió el obispo al municipio y violando los acuerdos, decidieron llevarse las imágenes a la capilla de la colonia Nuevo Salaverna, que a decir del también luchador social, al final de cuentas es propiedad de la empresa, porque es donde fueron a vivir por voluntad propia las familias desalojadas de la comunidad.

De modo que esa gente, al retirarse renunció a todo lo que tenía en Salaverna, incluidas las imágenes religiosas porque a ellos se les hizo su propio templo, dijo De la Rosa, al relatar que en la visita de Noriega Barceló, él se acercó a externarle su inconformidad, pero el jerarca le respondió que ya lo había decidido y por “una cuestión democrática” con la gente se llevarían las imágenes.

Acción que la gente de Salaverna califica como un robo por parte de la Iglesia, la cual se ha vuelto parte de la estrategia de la empresa de confrontar a los pobladores, porque además de la violación del acuerdo, el hecho en sí ocasionará burlas del Nuevo Salaverna hacia los pobladores que siguen en la comunidad, dijo el delegado.

De la Rosa lamentó que el obispo se ha prestado al juego de proteger a los “poderosos” y no a los más necesitados, pues incluso Noriega le dijo que ya estaba todo muy politizado.

“La Iglesia debería ser protectora de la creación de Dios y no partícipe de la destrucción que hace la minera”, no obstante realiza actos fuera de lo que debería ser la humildad, el amor y todo lo que pregona.

Refirió que cuando se acercó al máximo jerarca católico en Zacatecas le reclamó que en lugar de seguir las acciones de Jesucristo, quien le dijo al apóstol Pedro que cuidara a sus ovejas, hace lo contrario, “pareciera que le dijeron Pedro, amansa mis ovejas”.

De la Rosa quien se dice católico por convicción y consciente de que nunca perderá su fe en Dios, consideró que “algo está muy mal” en la Iglesia, que ha decidido proteger a la empresa e ignora a quienes han resistido en la lucha por la tierra. “Uno tiene fe, pero hasta esa la quieren arrebatar de tajo”, sostuvo.

Por ese tipo de acciones, comentó es que la gente se cambia a otras religiones o “sectas”, aunque creyó que no se trata de cambiarse sino de mantener “a Dios en el interior, no hay de otra”.

Respecto del número de imágenes, el delegado desconoció el número exacto porque el párroco de la Iglesia tenía la relación, incluso comentó, hay varias piezas de plata y los santos son muy antiguos.

“Aunque debo decir que el párroco no es alguien de confiar”. Pues incluso, en una ocasión le pidieron que en la plaza de Salaverna diera una celebración religiosa, pero se negó que porque “había mucho riesgo”, De la Rosa se preguntó entonces, ¿qué le sucede a la Iglesia?

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