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jueves, 25 abril, 2024
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Desobediencia a códigos y baja calidad de vida, causantes de accidentes viales: docente

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Por: ALMA RÍOS • Araceli Rodarte •

■ La gente hace frente al estrés o la ansiedad mediante el consumo de alcohol o tabaco

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■ Manejar y hablar por teléfono es similar a ingerir bebidas con 4 grados de alcohol: Martell

Las razones por las que uno de los estados menos motorizados del país encabeza la lista nacional en muertes por accidentes viales hasta poderse equiparar el fenómeno a una “epidemia”, como es el caso de Zacatecas, responde a una serie de factores psicosociales, dijo Juan Martell Muñoz, psicólogo social, docente e investigador en la Unidad Académica de Psicología de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

Aunque el fenómeno es sistémico, insistió, entre los factores que inciden, puede citarse, “una especie de desobediencia masiva de los códigos de vialidad”, misma que tendría que ver con una educación deficiente que no ha logrado se interioricen por las personas las leyes y disposiciones. Hecho que tiene sustento en la permisividad e impunidad derivadas de una crisis de las figuras de autoridad, quienes también rompen las normas.

Por otro lado, el que 60 por ciento de los casos se vinculen a la ingesta de alcohol, tiene que ver con una “estrategia de afrontamiento” ante el estrés que implica vivir en un estado con bajos estándares de vida. “Según investigaciones, la gente que le hace frente al estrés o la ansiedad mediante el consumo de alcohol o tabaco, lo hace debido a sus condiciones laborales, sus ingresos, sus niveles educativos e incluso su religión”, dijo.

Los musulmanes no beben alcohol, los judíos y cristianos protestantes lo hacen moderadamente, o estos últimos no lo consumen, mientras que los católicos sí lo ingieren en grandes cantidades, ejemplificó.

Para ofrecer una explicación a este consumo con el que los zacatecanos pretenden afrontar el estrés: “simplemente hay que observar la realidad social de Zacatecas”, indicó. Entre los factores desglosados se encontraría su condición de estado rural dedicado a la siembra mayoritariamente de temporal, cuya productividad  depende o no de la lluvia o el exceso de ésta, sin precios de garantía para los productos agrícolas.

El científico social cuestiona “los cálculos que hace la OCDE, que a mí se me hace que nos están viendo la cara, de que somos el país más feliz: los que trabajamos más y los que ganamos menos”. Expone como otra contradicción, la ausencia de tiempo libre para el ocio recreativo, el desarrollo personal, la diversión y la creatividad.

Agrega que este factor está considerado como un derecho humano universal y sin embargo la propia Organización de las Naciones Unidas ha retirado el indicador del mismo para determinar su Índice de Desarrollo Humano.

Para el caso de Zacatecas, señala, no hay espacios públicos dignos para este efecto, y persiste la inseguridad expresada en un alto índice de asesinatos, robos y asaltos. A ello se suma la condición de estado migrante, “los sueldos raquíticos de miseria” y la ausencia de un proyecto de desarrollo económico equitativo.

Aun la oportunidad cultural y educativa es deficiente, como ejemplo, ofreció el caso de la UAZ, institución “que padece una crisis histórica”. Todo ello suma un ambiente cuyas condiciones económicas, culturales y educativas obligan a las personas “a hacer frente a una realidad social cruel”.

Y deriva en que Zacatecas ocupe “varios primeros lugares, poco honrosos”.  Citó entre los mismos los que refieren afecciones como la obesidad infantil y la hipertensión. En el consumo de alcohol escolar, esto es, la ingesta “explosiva” más bien esporádica que consuetudinaria pero “hasta perder el sentido”, en rangos de edad entre los 6 y los 15 años, Zacatecas también encabeza la lista nacional.

Asimismo tiene este primer lugar en accidentes automovilísticos mortales que afectan a la población entre los cero y los 40 años. Que tiene otro efecto, en el “obviamente” también destaca la entidad: primer lugar en años perdidos por discapacidad. Ofreció el dato de la Secretaría de Salud.

Países más motorizados que México tienen menos accidentes fatales. Esto tiene que ver, dijo, refiriéndose al papel preponderante que en el país ocupa Zacatecas a “una especie de desobediencia masiva de los códigos de vialidad”. Por ello refiere como importante el aprendizaje y la interiorización o internalización de las leyes mediante una educación formal y no sólo familiar.

Aquí hay que revisar, dijo, cómo aprendimos a manejar, quién nos enseñó, y si primero el aprendizaje se centró en la comprensión de la señalética de las vialidades. Recordó que según cálculos de seguridad e higiene industrial para que se dé un accidente fatal se suceden previamente 500 incidentes.

En las estadísticas, manejar e ir hablando por teléfono, aun con el aditamento de “manos libres”, dijo, produce en deficiencia de atención, estado de alerta y coordinación psicomotriz, un efecto similar a haber ingerido cuatro bebidas con cuatro grados de alcohol.

Recordó asimismo que las bebidas embriagantes producen un efecto desinhibidor de la conducta, por el cual quienes las ingieren no es que se hagan más aptos sino se sienten “libres y aventureros”. Mundialmente, expuso, las muertes por accidentes viales rebasan a las ocasionadas por la malaria, el Sida y la tuberculosis, juntas.

El fenómeno del alto índice de muertes en accidentes viales debe involucrar en materia de prevención, dijo, a especialistas, entre ellos psicólogos y antropólogos sociales, sociólogos y aún médicos para atenderlo. Y hacer modificar las leyes y reglamentos de tránsito, para lo cual propone sea considerado el beber bajo los efectos del alcohol como un delito grave.

Todo ello dependerá “del grado de disposición de las autoridades”. Trajo a colación la iniciativa de Claudia Anaya, que pretende legislar el uso del celular al momento de conducir, y el establecimiento de un “Torito” en Zacatecas como el que opera en el Distrito Federal, entre otras medidas.

Agregó, habrá que sumar esfuerzos educativos dentro de las instituciones y abrir espacios para el goce y disfrute del tiempo libre dedicados a los jóvenes. “Hay algo curioso, nuestros jóvenes migran y los que se quedan se matan en los autos o nos matamos entre nosotros”.

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