PRI, PAN, Verde y Panal, han aprobado la Ley de Hidrocarburos que permite a la iniciativa privada, actividades de exploración y extracción de petróleo y gas. Empresas nacionales y trasnacionales podrán, desde ahora, dedicarse en México a la refinación, comercialización, transporte, almacenamiento, distribución y venta al público de gas natural y derivados del petróleo, así como al transporte y almacenamiento de petroquímicos.
Esta Ley presagia la muerte de Pemex y la CFE. El paquete incluye el despojo de ejidos, comunidades y propiedades particularesal facultar –gracias a la figura de “ocupación temporal”- que el “contratista” pueda notificar al propietario su interés por el terreno, ejido, comunidad etc., para su arrendamiento o compra. A partir de esa notificación, se tendrían 180 días para llegar a un acuerdo. Después de ese plazo, el contratista podrá acudir al Tribunal Agrario o al Juzgado de Distrito en materia civil que le conferirá 30 días más. Si para entonces el interesado aún no llega a un arreglo con el propietario, se iniciará lo que la Ley llama un Proceso de Servidumbre Legal por la Vía Administrativa. Es decir, que en 220 días –inevitablemente-los propietarios podrán ser despojados “legalmente” de sus posesiones por asuntos considerados de “interés público”.
Como se ve, esta “ocupación temporal” no es otra cosa que un despojo. Pero, el hecho de desplazar y desarraigar a la gente de su actividad natural, solo ocasionará más y nuevos conflictos entre “extranjeros” y la resistencia de campesinos, ejidatarios o indígenas. La Revolución Mexicana, que se originó entonces porque la tierra estaba concentrada en muy pocas manos, volverá a estar a la orden del día y el escenario nacional podría retomar la tarea justo ahí donde Zapata y Villa la dejaron hace un siglo. Así imagino a Chiapas, Guerrero, Tabasco, Oaxaca, cuando se empiece a sentir que el país se encamina hacia un neo latifundismo.
Una mayoría en la Cámara, avaló con ignorancia el uso de la técnica de fractura hidráulica conocida como fracking, un procedimiento para posibilitar la extracción de gas del subsuelo. Consiste en perforar para luego inyectar a presión agua mezclada con químicos con el objetivo de ampliar las fracturas existentes y favorecer la fisuración o incluso la disolución del sustrato rocoso que encierra el gas. Este procedimiento ha sido bien visto y hasta recomendado por la clase política mexicana, pero en muchos países ha entrado en desuso debido a su alto nivel de contaminación y a la imposibilidad de reciclar el agua utilizada. Algunos estados del país, Nuevo León entre ellos, han empezado a conocer por primera vez lo que son los sismos debido al uso de esta técnica al provocarse la ruptura del subsuelo.
PRI y PAN acordaron también convertir en deuda pública los pasivos laborales de Pemex; dos billones de pesos que adeuda el sindicato dirigido por Romero Deschamps deberán ser pagados por el pueblo. Un nuevo Fobaproa, se dice, para sufragarla corrupción y la impunidad. La medida dará carpetazo a las investigaciones sobre Pemex y la cadena de negocios sucios hechosa la sombra del petróleo.
Ni de noche ni de día, la “Honorable Cámara de Diputados” quiso debatir “los consejos” del gobernador de California, Edmund G. Brown, quien recomendó al gobierno y al Congreso mexicanos ‘‘mano dura’’ para regular a las empresas petroleras y eléctricas que vendrán a invertir en México: ‘‘o se los van a comer vivos’’, dijo. Advirtió que una vez privatizado el servicio, los costos de la energía se cuadruplican: “Diez mil millones de dólares han tenido que estar pagando los gobiernos californianos desde que el consorcio Enron redujo el suministro de electricidad para incrementar los precios. En 2001, el entonces gobernador de California, Gray Davis, dijo que Enron y otras empresas de energía eran estafadoras y piratas” (La Jornada 29 de julio)
La expropiación petrolera de 1938 y la nacionalización de la industria eléctrica de 1960 han quedado atrás. La Comisión Federal de Electricidad deja de ser la empresa de clase mundialpara que las trasnacionales instaladas en nuestro país-que abarcan ya más de 40 por ciento del mercado- puedan producir energía incluso para sólo exportarla a los Estados Unidos.
Como buen estadista, Lázaro Cárdenas dejó en claro que “quien entrega los recursos nacionales a extranjeros es traidor a la patria” Su hijo Cuauhtémoc, 76 años después, dice contar con 3 millones de firmas para echar abajo la reforma privatizadora aunque no dice si también a los traidores. Confía además en que el Instituto Nacional Electoral y la Suprema Corte de Justicia de la Nación validen la consulta pública promovida por él. Lo cierto es que esta medida no tiene viabilidad. El cardenismo ha olvidado cómo se logró la expropiación del ’38 y que solo una amplia movilización popular podríadar marcha atrás a la contrarreforma. El ingeniero debiera también advertir que los 500 policías federales que se hospedan en San Lázaro, están de plácemes porque no existe fuerza alguna capaz de robarles el sueño. Y qué decir de Carlos Salinas, que hoy ve consumarse el plan diseñado desde el poder federal que usurpó. ■
