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jueves, 25 abril, 2024
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No se espera gran resistencia en el campo ante disposiciones de Reforma Energética: Márquez

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Por: ALMA RÍOS • Araceli Rodarte •

■ Individualismo e inmediatismo se imponen como ideologías en nuevas generaciones, advierte

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■ Lo único que queda es la lucha “de los que están ahí, ahora muy solos”, señala docente

“Como están las cosas” no puede esperarse que haya una gran resistencia en el campo al avance sobre la propiedad social, derivada de las recientes reformas en materia energética que se sustentarán en las figuras legales de “ocupación temporal de tierras” y “la servidumbre legal”.

“Las nuevas generaciones que viven en el campo no tienen ya ningún sentido de identificación con sus tradiciones, su cultura, sus formas de trabajar y de relacionarse con la naturaleza y han entrado en ese campo global del inmediatismo, en esa búsqueda de resolver las necesidades primarias de la forma que sea, sin importarles qué va a pasar”, dijo a La Jornada Zacatecas, Armando Márquez Herrera.

El docente e investigador en la Universidad Autónoma de Zacatecas expuso que el fenómeno proviene de la ruptura de la solidaridad social y la preponderancia del individualismo a ultranza, producto de la infiltración de la ideología y el modus vivendi del mercado que necesita destruir todos los vínculos sociales para poder sostener la amplia concentración y monopolización de la riqueza.

Refirió que el sector ejidal, el llamado sector social del campo, siempre estuvo descuidado y fue utilizado como soporte del sistema político a través del caciquismo y el clientelismo que lo mantuvo en la pobreza y con pocas posibilidades de éxito, “no recibió nunca el apoyo económico y tecnológico apropiado y no se hizo porque era útil en la forma en la que estaba funcionando”.

Agregó que la ocupación de las tierras con fines de exploración y explotación, ya era un hecho que hacia efectivo Pemex, con contraprestaciones muy bajas para los campesinos y la consiguiente contaminación de sus tierras. Lo que sucederá a partir de las reformas, incrementará este fenómeno.

En el campo, dijo el autor de La agricultura mexicana bajo el neoliberalismo: Zacatecas (1990-2000), “nunca hubo una satisfacción de necesidades plena…hubo nada más esperanzas, luchas constantes y permanentes. Y esperanzas de lograrlo con la intervención de éste, esperanzas de lograrlo con la intervención de este otro…pocas veces con la organización y la lucha independiente. Y ahora menos, porque eso (la propiedad ejidal) ya no cuenta. Son cosas del pasado. Efectivamente eso no le sirve para nada a este sistema consumista e individualista”, agregó.

Ahora que lo que importa es la ganancia, el mercado y la ley del mercado, todo ello que ha traído un empobrecimiento muy grave y muy serio a las poblaciones urbanas y rurales, son estas últimas las que están “en un proceso de destrucción más amplio y profundo”, dijo.

El cambio de un partido a otro, de los políticos, agregó, no en busca de salvaguardar sus principios morales sino para buscar su propio proyecto personal, es otra manifestación de ese proceso de individualización que implica: “aunque esto se acabe pero tú te vas con tu migaja”.

Del proceso no está exento el sector intelectual, donde también hay un claro desgaste o de plano destrucción de la conciencia crítica y el comportamiento consecuente con ella, observa.

“Alcanzar la zanahoria (puesta ante los ojos del burro que la porta)”, tiene mucho que ver con la búsqueda del dinero, con lo inmediato y “es un problema de la sociedad completa” que para revertirse como proceso requeriría crear las vinculaciones necesarias en todos los ámbitos de la vida.

Pero es complicado, advierte, porque ni la clase política ni la intelectualidad están interesadas en ello. La última, que es la que pudiera entender cómo está todo este proceso, hacia dónde va y por tanto hacer planteamientos, está muy preocupada por el dinero que le van a dar y la fotografía en la que saldrá o el que no le obstaculicen la publicación de sus obras.

“La gente de abajo se organiza y resiste como puede. Y viene y encuentra oídos sordos en todas partes. Y la prensa y los medios de comunicación tienen la función de desacreditarla y poner en las estrellas y la luna estos planteamientos destructores de la sociedad”.

La desinformación y la manipulación de los medios de comunicación es muy importante para esas ideologías, agrega, mismas que ya están en los espacios universitarios “donde ahora lo que importa es cómo te vas a insertar en lo que es exitoso”.

Lo menos que pudieran hacer los que dirigen, es proponer alternativas de desarrollo para los campesinos, “son seres humanos que ahí están y que vienen sintiendo como nadie los efectos negativos de estos modelos económicos que se vienen implementando”, pero estas soluciones no preocupan a los que toman las decisiones, que por otro lado, obedecen a intereses externos, reitera.

“Lo único que queda es la lucha de los que están ahí, ahora muy solos. Tal vez necesiten sacudirse un poco también a algunos líderes que los utilizan o pretenden utilizarlos todavía. Pero la situación  realmente es muy seria. Y lo es para todo mundo, aunque algunos crean que están en el mejor nicho y en el mejor lugar. La destrucción de la solidaridad social es terrible y esto tenemos que verlo porque nos afecta ahora y afectará más a las futuras generaciones”, indicó.

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