Emile Durkheim, (sociólogo francés) fue el primero que desarrolla la idea de la educación como una institución social, para él, la educación era el resultado de la interacción de diversos fenómenos sociales que no necesariamente tenían que estar involucrados directamente con la educación escolarizada. Esta concepción holística de la educación, la hace ver como una de las más importantes instituciones sociales, no por nada, ha sido el reflejo de la sociedad que le fundamenta; los paradigmas de cada época, dogmas, ideologías, principios e intereses de un pueblo (o de unos cuantos), influyen directamente en la práctica de la educación escolarizada. En México, pasamos de la catequesis, al patriotismo, y de los oficios a la competitividad, es decir, la formación por competencias (mano de obra calificada). En un mundo globalizado, un país sin tendencia al intercambio, figura tan solo como ente obrero. De aquí que la educación actual,como el método de producción empresarial, se perfila hacia la especialización; no obstante, los fines que entrañan tales pretensiones, tienen por objetivo el desarrollo de ciertos sectores y grupos, se olvidan cada vez más de los individuos, quienes se convierten en simples objetos manufactureros.
Se cree que la globalización está lejos de beneficiar a los países subdesarrollados, por el contrario, el escenario global y la necesidad de apertura al mercado internacional, agudiza aún más la pobreza de los países que no cuentan con los recursos materiales, técnicos o económicos para competir en el mercado. Por otro lado, las compañías productivas que sean castigadas con mayores impuestos por sus ganancias, saldrán de los países que les impongan altos impuestos y se irán a donde sean bajos, (o condonados); por ello, otros especialistas consideran que los más beneficiados con la globalización son los países relativamente más pobres.
Aunque este tema es complejo y el “desarrollo” relativo, se percibe con claridad cuál es la posición de México en cuestión de sus recursos y sistema educativo. Presidentes de la República, diputados, senadores, y demás poderosos, más allá de su periodo o poderío, ven tan solo su porvenir; pariendo alianzas de mercado, siendo sus hijos la esclavitud y la miseria, acabando poco a poco con el campo, la ganadería y el comercio local.
Después de lo ya descrito, la pregunta sigue siendo, ¿cuál será la mejor manera de afrontar los problemas actuales y futuros que la educación enfrenta? Según el Panorama de la educación 2010, (indicadores de la OCDE, 2008) México junto con Turquía, son los países que tienen el más bajo porcentaje de población con secundaria terminada, por otro lado, México ocupa el penúltimo lugar de los 32 países que conforman la OCDE, en cuanto a gasto anual por alumno en el nivel primaria, sin embargo, este y otros tantos, son los problemas que la educación enfrenta y de los cuales se dice poco en los medios de comunicación mediatizados, además, debido a la presión del progreso técnico y la modernización, ha venido aumentando en la mayoría de los países la demanda de una educación con fines económicos y estas constantes comparaciones internacionales, evidencian lo importante que es para las empresas el capital humano y, por consiguiente, la inversión en la educación… así como la necesidad de formar sujetos tecnológicos de comportamiento innovador, no para reinventarse a sí mismo y recrear su medio, sino para producir y crear ese algo que de impulso al comercio y desarrollo… ¿Para beneficio de quién? ¿A costa de qué?
Los poderosos, por años han mantenido en los sistemas de educación, estilos estériles y en una sociedad tecnócrata, se corre el riesgo de caer en el que pudiera bien ser uno de sus objetivos, formar juguetes inertes. Por tal motivo, es importante educar en base al amor a la tierra, a la importancia del comercio local, el intercambio de bienes y servicios entre los miembros de una comunidad, etc. fomentando valores de respeto, trabajo, disciplina y constancia, haciendo una constante diferencia y análisis entre los valores materiales y aquellos otros que son importantes. En esta batalla, los maestros son portadores de esperanza y dado el desprestigio del que han sido objeto, su tarea se duplica, es importante mantener una comunicación más estrecha con padres de familia, sobre todo en aquellas regiones marginadas.
La educación en valores se hace cada vez más necesaria, la escuela debe tomar esta como una de sus tareas primordiales y como el saber no es nada en sí mismo, la formación del niño debe ser integral, es decir, intelectual, emocional y social. Ante los vertiginosos cambios que la globalización y los avances científicos y tecnológicos imponen, la formación de alumnos creativos capaces de transformar su entorno y enfrentar los problemas del imprevisto, puede bien ser una alternativa.
¡Unidos y organizados venceremos! ¡Hasta la victoria siempre! ■
* Miembro de la CNTE
