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jueves, 28 marzo, 2024
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Agua en Guadalupe, de derecho humano a jugoso negocio

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Por: ALMA RÍOS • RAFAEL DE SANTIAGO • Araceli Rodarte •

■ Proveedores privados venden líquido de dudosa procedencia, denuncian afectados

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■ Personas de bajos recursos no pueden adquirir garrafones; su salud está en riesgo

De repetirse en los 205 asentamientos irregulares del municipio Guadalupe el fenómeno de compra de agua que desde hace un año padecen los habitantes de la colonia Luis Donaldo Colosio Tercera Sección, aunado a episodios como el recientemente ocurrido en la colonia Las Quintas de misma demarcación, esta sí regularizada, que dejó a los vecinos del lugar sin el vital líquido durante dos semanas sin aviso previo de la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (Jiapaz), se tendría de facto y al parecer en crecimiento, un proceso de privatización del agua, que muestra la incapacidad de las autoridades para garantizar el cumplimiento de lo que se ha elevado a rango constitucional como un derecho humano.

Ambos casos han sido subsanados mayoritariamente por la propia ciudadanía mediante la adquisición a proveedores privados del líquido, quienes se surten presuntamente de pozos de riego agrícola. Esta agua sin embargo, no pasa por procesos de potabilización.

María de Jesús Esparza Torres, vecina de la colonia Luis Donaldo Colosio Tercera Sección, dijo que debe pagar cada semana 100 pesos por una pipa de agua procedente de la Jiapaz. Esto, en caso de que le den el servicio, cuando no ocurre con la frecuencia necesaria, explicó, debe llamar a distribuidores privados y erogar entre 250 a 350 pesos, según la capacidad del contenedor móvil que le surta.

En el caso de la colonia Las Quintas, según quedó registrado en la nota de Rafael de Santiago de fecha 21 de julio de 2014 aparecida en La Jornada Zacatecas, el precio que pagan los ciudadanos es de entre 80 y 90 por tinaco.

En esta ocasión, además hubo denuncias acerca de que la Jiapaz privilegia el suministro del líquido, pues según testimonio de una vecina: “vienen a traer el agua a puro influyente, han dejado en algunas casas solamente. Ahorita acabamos de parar al chofer para que nos atienda, pero de forma grosera nos dijo que no nos iban a traer agua”.

Las pipas de agua convencionales tienen capacidades para transportar volúmenes de entre 10 y 20 metros cúbicos. La tarifa de consumo doméstico mínimo vigente de la Jiapaz, refiere al mismo entre los cero y 10 metros cúbicos mensuales, y está situada en 78 pesos.

La más reciente modificación a las tarifas de la Jiapaz procede de 2008 y significó un aumento respecto del índice anterior, de 60 por ciento, esto es, pasó de 49 pesos a los 78 pesos referidos.

Los asentamientos irregulares, sitios donde es difícil regularizar el abasto de agua potable

El argumento para este incremento al costo del suministro de agua se sustentó en “mejorar los servicios en beneficios de los usuarios”, según Alfredo Valadez Rodríguez, en nota de fecha 30 de octubre de aquel año aparecida en el periódico La Jornada.

María de Jesús Esparza señaló que desde hace más de un año, justo cuando se inició el procedimiento de llenado de la recién construida Alberca Olímpica Guadalupe, los pobladores de la colonia Luis Donaldo Colosio Tercera sección, vecinos de este centro deportivo, empezaron a resentir el hecho de tener que comprar el líquido tanto a la Jiapaz, que antes lo distribuía de manera gratuita mediando una llamada a las autoridades municipales, como a empresas privadas.

Como un espectáculo no deseado, los pobladores de la colonia empezaron a ver cómo las pipas de agua de servicio público se dirigían no hacia su vecindario para ofrecer la cobertura a necesidades de sus hogares, sino hacia a la alberca que, según señala el Instituto de Cultura Física y Deporte del Estado de Zacatecas (Incufidez), cuenta con una fosa de 20 por 25 metros y tiene capacidad para ofrecer servicio a “5 mil 300 usuarios en la práctica de la natación”.

En el lapso de tiempo que se refiere, agregó la mujer, no ha habido autoridad alguna, ni la Jiapaz, el ayuntamiento de Guadalupe o los Servicios de Salud de Zacatecas, que hayan verificado la calidad del agua que se les distribuye vía privada.

María de Jesús dijo tener claro que el agua que les han dicho procede de pozos de riego agrícola ubicados en la misma demarcación, no es potable. Pero hay otras familias de muchos miembros en situación de pobreza, mayoritariamente conformadas por menores de edad, que difícilmente podrían pagar agua purificada de garrafón para beber, ello apunta, representa un peligro para los niños.

“Pero donde hay niños es donde está el peligro, porque es probable que tomen agua de la pipa; hay gente que sí llena sus botes para tomar de esa agua. A nosotros nos dicen que es potable, es de pozo, pero en sí no se sabe. Aunque así sea, usted sabe lo que las pipas sueltan por dentro”.

Esparza Torres actualmente se encuentra bajo tratamiento contra la salmonelosis que padece, dice aun, sin beber este líquido, por lo que supone que los demás pobladores también pudieran tener problemas de salud.

Agrega que han tenido reiteradas reuniones con autoridades de la presente y anterior administración municipal con el fin de solucionar este problema, que según les han planteado, tiene su origen en perfil irregular del asentamiento.

Bajo esta lógica, lo necesario sería la escrituración de los predios, pero este procedimiento según señalan los vecinos, se encuentra “empantanado”.

La entrevistada precisó que uno de los pretextos para retrasar el suministro de agua por las autoridades es el hecho de que los vehículos se descomponen, observa por ello, que con lo que erogan por la compra de agua a distribuidores privados “ya hubiéramos pagado el servicio, nuestra escritura. Sí ese es el motivo…”.

Por su parte Roberto Luévano Ruiz, presidente municipal de Guadalupe, justificó el problema del suministro de agua como uno derivado del crecimiento urbano desordenado de la demarcación que apoyaron administraciones anteriores.

La infraestructura municipal para este propósito preveía el suministro a 10 mil habitantes, pero hoy suman 80 mil personas las que lo requieren, justo en la zona donde se asienta la colonia Las Quintas, dice.

Por tanto, expuso que no se cuenta con la infraestructura necesaria para ofrecer la cobertura del servicio, y explicó que ha tenido pláticas con el director de la Jiapaz, de las que ha derivado una estimación de 150 millones de pesos necesarios para incrementar el número de pozos de abastecimiento y la red de suministro.

Expuso un balance casi por mitad de colonias regularizadas: 208, contra 205 irregulares. De estas últimas deriva otra problemática, el hecho de registrarse 11 mil tomas clandestinas de agua, que implican dos fenómenos, la pérdida de la presión del líquido prevista para llegar a la red reconocida por la Jiapaz, y la omisión en el pago del servicio.

En este escenario, el propio funcionario dijo, han aparecido empresas que están distribuyendo agua procedente de pozos agrícolas no apta para consumo humano en tanto que no tiene tratamiento previo de potabilización. Él mismo señala el fenómeno de venta de agua como un “jugoso negocio”.

Para Roberto Luévano la venta de agua que ofrecen las empresas privadas no es un problema, pues ofrecen un servicio a la ciudadanía, pero sí lo es en su opinión la calidad de agua que están distribuyendo. Y dijo que bajo esta lógica su administración busca regularizar a estas empresas.

Agregó que en menos de 10 días se tendrá un estudio de la calidad del agua que distribuyen, apoyado por los Servicios de Salud de Zacatecas.

El funcionario  aprovechó para hacer un llamado a los habitantes de Guadalupe que hacen uso del agua que expenden empresas privadas, para que no la consuman en la preparación de alimentos o para beber.

P3 jahaira Guerrero vIRGEN DEL PATROCINIO COL LAS QUINTAS RAFA

Ante desabasto de agua, pagan colonos a pipas particulares mucho más que a Jiapaz

Algunos habitantes de la colonia Las Quintas, en el municipio de Guadalupe, tuvieron que pagar entre 80 y 120 pesos a pipas de particulares para abastecerse de agua durante la semana ante pasada, cuando se suspendió el servicio debido a una falla que se tuvo en el sistema de distribución y que los dejó sin recibir el líquido más de 8 días. Lo que pagaron a particulares son cantidades similares a las que pagan a la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (Jiapaz) de forma mensual por el servicio.

Vecinos encuestados por este diario, coincidieron en que tuvieron que pagar por el servicio privado, ante el deficiente servicio de las pipas de Jiapaz, pues los trabajadores del organismo, sólo distribuyeron agua a algunas casas y no atendieron las peticiones de los vecinos que no recibieron el beneficio.

Yahaira Guerrero Pérez, vecina de la Quinta Santa María, mencionó que “nos faltó el agua más de una semana, estuvimos batallando para bañarnos y hacer el aseo. El viernes que nos falló el agua fuimos a Jiapaz y nos dijeron que para el lunes estaría solucionado, pero nos mintieron y tuvimos que pagar una pipa de agua; entre 3 personas pagamos 70 pesos.”

María de Jesús Esparza

La mujer paga a Jiapaz entre 80 y 100 pesos por el servicio mensual, recibiendo agua martes, jueves y domingo, es decir, 3 días a la semana. Comentó que no se le brindó el servicio de pipa, pues únicamente se benefició a habitantes de Villas de San Fermín, Mina Azul, y otras quintas cercanas.

Comentó que los choferes de las pipas de Jiapaz se negaban a dar agua en tinacos, indicando que sólo atenderían a quienes contarán con aljibe,  pues la única forma de llenar los tinacos era subiendo tinas de agua a las azoteas.

Jesús Espinoza, propietario de un negocio de comida en la vialidad Virgen del Patrocinio, dijo que le afectó la falta de servicio, pues en su comercio se debe mantener la higiene de forma constante, además de que no se les avisó de la suspensión. Tampoco recibió agua de las pipas de Jiapaz y tuvo que pagar 80 pesos a un particular.

“Vinieron pipas pero, no nos dieron el servicio; llegaron varias pipas de particulares que vendían cara el agua, entre 80 y 100 pesos la llenada de tinaco, y es lo que paga uno por mes. Fui a buscar una pipa de Jiapaz y me dijo que sí, pero nunca vino”, comenta el comerciante.

Víctor García ■ fotos: miguel ángel núñez

Expuso que el servicio ha sido regular y también recibe agua 3 días por semana, que es el sistema de tandeo. En ocasiones, su recibo del consumo de agua de la Junta llega por el orden de 68 pesos.

Por su parte, Víctor García, quien vive en la misma vialidad, expresó que “se reportó el problema, pero como no acudió la pipa de Jiapaz a atendernos, tuvimos que abastecernos con familiares, llenando botellones de agua para el aseo personal y de la casa”.

Indicó que justo cuando se suspendió el servicio, acababa de pagar su último recibo, liquidando cerca de 80 pesos. Aunque supo por vecinos que se había avisado del corte, a él no se le notificó.

Rosa Amalia Jaramillo, habitante de Las Quintas y propietaria de una tienda de abarrotes, mencionó que se quedó sin agua más de 5 días. Tampoco fue beneficiada por las pipas de Jiapaz para recibir el líquido y pagó 60 pesos por el llenado de su tinaco.

De igual forma recibe agua 3 días a la semana, y paga un recibo mensual aproximado a los 80 pesos, dijo que “pagué casi lo mismo que pago al mes, y no llegaron; sólo vimos que llegaban a otras quintas y a otras colonias, por eso tuve que pagar”.

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