■ Aseguró que la gran mayoría de los asesores son personas con buena solvencia moral
■ Se podría conseguir que la Unesco certifique a la entidad con bandera blanca, afirma
En cuatro años, el rezago educativo en el estado se redujo de 51.2 a 40.7 por ciento, es decir, más de 10 grados porcentuales, mientras que en analfabetismo, en ese mismo periodo, bajó de 6.3 a 4.8 por ciento, con lo cual el estado se coloca en el lugar 17 nacional en ese rubro, informó José Manuel Maldonado Romero, director del Instituto Zacatecano para la Educación de los Adultos (IZEA).
Hace algunos años, la comunidad internacional realizó una serie de reuniones regionales, hasta que en Senegal fueron suscritos los Acuerdos de Dakar, en los que se manifiesta la importancia de atender el rezago educativo con el compromiso de aplicar estrategias que permitieran abatir el analfabetismo antes de 2015.
Por otro lado, se acordó la universalización de la educación básica, y aunque eso no es novedoso, pues data de 2010, persiste esa idea para que la totalidad de la población acceda a la educación.
En ese sentido, vemos que ese fenómeno se sigue presentando de una manera preocupante, además que a veces nos juzgan un tanto fuera de orden, por la frialdad en las dimensiones que se tienen.
Al iniciar la actual administración gubernamental en el estado, había una población entre un millón 400 mil habitantes según el último censo de 2010, de los cuales 996 mil eran mayores de 15 años de edad y 484 mil de ellos estaban en situación de rezago educativo. Es decir, 51.2 por ciento de la población mayor de 15 años no había terminado su educación básica.
“Un joven mayor de 15 años que no tenga la primaria o secundaria terminada es susceptible de pertenecer al grueso de los educandos del instituto, pero al mismo tiempo nos encontrábamos con 6.3 por ciento, poquito por debajo de la media nacional, equivalente a 62 mil zacatecanos, que no sabían leer ni escribir”, dijo.
Eso trajo como consecuencia que Gobierno del Estado, durante la presentación del programa Sumar, estableciera el compromiso de bajar dos puntos porcentuales el analfabetismo y lograr la entrega de 137 mil certificados de educación física al concluir la actual administración, expuso Maldonado Romero.
Para tal efecto, dijo que se implementaron estrategias para incorporar de manera responsable una serie de acciones interinstitucionales con la Secretaría del Campo, la Secretaría de Desarrollo Social, la Secretaría de Economía, el sistema Desarrollo Integral de la Familia, la Secretaría de Educación de Zacatecas y las presidencias municipales, con el objetivo que esas dependencias diagnosticaran cuántas personas que trabajan en ellas pudieran estar en situación de rezago.
De esa manera, se puso en marcha la política Todos en Movimiento por un Zacatecas sin Rezago Educativo, que incluye además, entre otras actividades, las Jornadas de Incorporación y Acreditación.
Se logró entonces entregar 7 mil 300 certificados entre septiembre y diciembre de 2010, mientras que en 2011 se propuso acreditar la primaria o secundaria de 28 mil personas. Después, en 2012, se otorgaron 28 mil 884 certificados, y en 2013, 29 mil 855, mientras que en el primer semestre de este año se entregaron 12 mil más, superando con ello la cifra de 100 mil.
En consecuencia, “Zacatecas ha bajado considerablemente los indicadores, y de ese 51.2 por ciento que se recibió en 2010, ahora 40.7 por ciento es el que queda en rezago, es decir, 445 mil personas”.
En el tema del analfabetismo, en 2010, 6.3 por ciento de la población se encontraba en esa situación, pero después de cuatro años ese nivel se redujo a 4.8 por ciento, por debajo incluso de la media nacional.
Para cumplir con los preceptos de los Acuerdos de Dakar, explicó que el porcentaje de analfabetismo debe ser menor de 4 por ciento, lo que significa que Zacatecas está a menos de un punto porcentual de lograrlo.
Si en un año y medio alcanzamos a bajar a 4 por ciento, seremos susceptibles de que la Unesco nos certifique como una entidad con bandera blanca en analfabetismo y traerá como consecuencia el cumplimiento de los compromisos establecidos por Gobierno del Estado en cuanto al abatimiento del rezago educativo, señaló Maldonado Romero.
Aseguró que de acuerdo al avance que se tiene hasta el momento, al concluir esta administración podrían otorgarse 160 mil certificados de educación primaria o secundaria, superando con ello la meta inicial que era de 137 mil.
Sin embargo, el funcionario admitió que puede haber suspicacia respecto a la calidad educativa que brinda el IZEA a través de 2 mil 200 asesores y 158 técnicos docentes, quienes son los responsables del proceso de formación académica de las personas.
El técnico docente es el responsable de verificar que sus asesores tengan los círculos de estudio en las condiciones adecuadas para poder prestar el servicio y hacerles llegar los módulos en los cuales se compone el Modelo Educativo para la Vida y el Trabajo y que están distribuidos en tres áreas: lenguajes, ciencias y técnicas.
Esos módulos de carácter técnico pretenden orientar, capacitar y actualizar a los educandos. Por ejemplo, un mecánico, a través de la tecnología digital, tiene a oportunidad de perfeccionar su oficio y profesionalizarse.
En total, la formación incluye 54 módulos que incluyen las asignaturas básicas y las complementarias, que son las que permiten a los educandos la posibilidad de perfeccionar su oficio o modo de vida.
Respecto a la aplicación estricta de los procedimientos, de acuerdo a las condiciones y normas que establece el instituto, “muchas veces se nos pierde la posibilidad del control y estamos en manos tanto de la ética de nuestros técnicos docentes como de los comportamientos, honestidad y honradez de nuestros asesores para que se cumpla verdaderamente con el objetivo de tener resultados que beneficien a los propios educandos”.
Maldonado Romero concluyó que la estructura para ofrecer una educación de calidad existe, pero no hay control para asegurar que haya la calidad académica, del producto y de la transformación de nuestros educandos; está en base a la revisión de los saberes.
En ese sentido, señaló que más allá de certificar grados escolares, el IZEA tiene la posibilidad de evaluar los conocimientos de sus educandos, pero estos no se limitan al ámbito escolar, sino a su experiencia de vida, de forma que ya poseen los saberes, pero lo único que no han tenido es la oportunidad de estar en el aula frente a un maestro.
El monto que recibe un asesor por cada certificado obtenido es de 300 pesos, y aunque no meto las manos por todos, aseguró que la gran mayoría de los asesores son personas con buena solvencia moral.
