■ La democracia representativa se ha vuelto “un sistema inaceptable”, señala el filósofo
■ Propone crítico de arte aprovechar las redes sociales para “transmitir verdades incómodas”
La llamada de atención de Podemos está convulsionando el tejido político español y tiene ya repercusión internacional. Viaja “como onda de agua de un estanque” ubicándose a modo de “una voz que lanza un poco de esperanza sobre una situación de decepción política” enmarcada por la corrupción imperante en las esferas del poder que ha derivado en propuestas partidistas “monocolores” que dejan a los ciudadanos ante un escenario para la “alternancia” donde no hay elección posible, expuso Fernando Castro Flórez.
El filósofo es integrante “de los círculos” desde donde se generó el ahora partido político que en alrededor de cuatro meses logró dar cauce a la energía de los Indignados y otros agentes sociales, entre ellos un sector ilustrado, académico, que dejó las aulas y los análisis teóricos para conseguir cinco escaños en el Parlamento Europeo (PE). La figura emblemática es el joven politólogo Pablo Iglesias.
Fue invitado a Acentos, programa de La Jornada Zacatecas TV, conducido por Carlos Navarrete, jefe de información de esta casa editorial, para hablar sobre el origen del movimiento Podemos y las posibilidades democráticas que ofrece su modelo de organización para América Latina, México y aun Zacatecas.
Podemos es reflejo de la Primavera Árabe, su Movimiento Tunecino y el de la Plaza Tahir en el Cairo, expuso. La organización se ha construido con el apoyo de grupos sociales que se han venido rebelando en España desde la crisis económica de 2008, mismos que tuvieron un momento “de emergencia muy importante con los Indignados del 15 M de la Puerta del Sol”.
El discurso de la organización ha permeado en una capa de la población que se dio cuenta, “en España y prácticamente en todo el mundo”, que los miembros de la clase política, como lo refiere la frase de los Indignados: “No nos representan”.
El movimiento insertó en el mundo de la “realpolitik” a personajes fuera de “la casta” que ha perpetuado en contubernio con los poderes financieros trasnacionales a la corrupción como modo de gobernar, se expuso.
El también crítico de arte, advirtió que la democracia representativa se ha vuelto “un sistema inaceptable”, en tanto significa: “votas y cada cuatro años vuelves a votar” y el que recibe el voto “se siente legitimado para hacer lo que le dé la gana. No hay nunca un cumplimiento del programa electoral”.
El problema básico actual, señala, es que ni la derecha ni la izquierda tienen una ideología. De esta manera “el gran drama para cualquier sujeto mínimamente sensato en el mundo, es que no puede votar nada”.
Aquí en México, adelantó, habrá un momento en que la gente tendrá que votar “tapándose la nariz. Y meter el voto en la urna como diciendo ahí lo dejo, pero estoy votando mierda. No estoy votando nada que tenga ningún sentido”.
Lo que los sistemas políticos han venido ofreciendo es una gestión, del voto, la corrupción, o la partidocracia. En oposición, hoy en día, observa, “estamos en un momento analítico para la teoría política, que es el resurgir de la política”.
Las sociedades se dirigen al retorno del mundo asambleario que ha hecho que las ideas perdidas de lo comunitario, del comportamiento colectivo vuelvan a revisarse, por ejemplo en autores como Leon Trotsky, Vladimir Ilich Lenin y Carlos Marx.
Fernando Castro dijo, este es el debate que a nivel planetario se está dando mediante publicaciones que corren en la Internet y asimismo en las redes de comportamiento ciudadano.
“Yo creo que hoy si uno no ve que hay una gran cantidad de material analítico desde el pensamiento marxista a la práctica trotskista, a lo que sería hoy el análisis de Toni Negri o de Michael Hardt, del Imperio, que nos habla de cómo movilizar una nueva forma de construcción de la sociedad y cómo puede surgir la soberanía popular, nos daríamos cuenta que sólo hay una acción, que es radicalizar ese pensamiento y esas prácticas”.
De lo contrario, lo que viene, agrega, es esperar salir de las crisis en 2016 o 2018, para el caso de España. Esto si es que logra salirse de ellas, advierte, “para volver a ser lo mismo”, pues se proponen una y otra vez en cualquier país, los productos financieros que las provocaron, “lo mismo que envenenó la sociedad”, ejemplificó con la especulación inmobiliaria.
Citó la serie de rescates financieros que han recetado el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial a Grecia, Portugal, Irlanda y España, y que “destruyen los países” exigiéndoles realizar reformas al Estado y “sacrificios” a las poblaciones.
Esta situación reiterada ha hecho que los ciudadanos entiendan “que tienen que tomar partido por una opción como Podemos, o una opción de sublevación popular” como una alternativa a “otra vía más mucho más cruda”, la violenta.
Ante la exigencia imperante de “escuchar al mercado”, Podemos en cambio “tiene una parte de sana obviedad o de atención concreta de los problemas”. Busca soluciones a las necesidades de la gente que no tiene de qué o dónde vivir, los jóvenes sin trabajo o aquellos que lo tienen pero sumamente precario.
El Estado de Bienestar (Wohlfahrtsstaat), expuso, “ni siquiera llegó” a algunos países. De repente se ha pasado de modelos “pretendidos” de éste a pedirle a la población “que se recorte todo, que cada uno se las apañe como pueda”. En esta situación, los partidos políticos tradicionales están “ahí para que les des el voto. Por ejemplo en mi país o en otros, el ministro de Economía era el encargado o delegado de Lehman Brothers para Europa”.
La crisis económica comenzó en España “de la mano” del mismo banco del que procede el funcionario. “Es como poner al frente de la protección de un bosque a un pirómano”, dijo. El profesor de la Universidad Autónoma de Madrid ofreció el siguiente escenario que situó inspirado en famoso tema carnavalesco: El rey de los tontos. “Al más idiota lo nombran presidente del gobierno, delegado o alcalde de un municipio”, expuso.
“Hay momentos en los que hace gracia pero cuando tu vida se va estropeando y se va degradando…ya no hay razones para reírse sino para enfurecerse. Y yo creo que ese canal del enfurecimiento de la gente que ve el sistema como falta de legitimidad, de moral integral, es el que ha llevado no sólo a la aparición de Podemos”, que no es otra cosa que la continuación del Occupy Wall Street Movement, los Indignados, las revueltas de Seattle contra el G8, las de Génova o el Movimiento de Porto Alegre.
Los episodios mexicanos son la irrupción del EZLN y las marchas sobre el Distrito Federal. “Hay otra política antagónica y otro comportamiento que se podría establecer en México que no tiene que ser imitativo del de Podemos, ni el de los Bolivarianos ni el del mundo de Ecuador ni el que supuso la revolución Chavista. Yo creo que uno tiene que buscar la especificidad”.
Nada preveía que surgiera esta iniciativa ciudadana, aseguró, y propuso a quienes “no se mueven inercialmente por lo que el Estado quiere que se diga”, aprovechar todo espacio, tal como sucede en las redes sociales, para “transmitir verdades incómodas”.
“Tienes que colocarte en un lugar donde generes saber, realidad, contestación, resistencia: nueva construcción de subjetividades. Y estoy seguro que de la misma forma que emergió en Madrid sin que fuera algo que se estuviera esperando, en Zacatecas va a surgir, cómo no”.
Hay, dijo, momentos de nihilismo donde la gente se repliega sobre sí misma y las perspectivas se ponen absolutamente sombrías, pero agrega para invitar a la acción: “no pierdes nada por intentarlo. Sobre todo porque hay una máxima hoy, una pregunta: ¿Cómo no quieres ser gobernado?”
