■ En cada ciudad a la que llegan se presentan en plazas, colonias y hasta en las calles, señalan
■ Carecen de recursos económicos y no cuentan con el patrocinio de una empresa disquera
El grupo Rock Well Road realiza una gira musical extraordinaria, en comparación con otros grupos de rock, pues sus integrantes salen a las carreteras de todo el país, no en autobús ni en automóvil, mucho menos en avión. Lo hacen viajando en bicicleta.
Esta gira, llamada Rock Well Road 360, inició para dar a conocer su música en varios lugares y visitar todos los estados del país en 360 días. Buscan contagiar a los mexicanos de su buena vibra y con su mensaje positivo alientan a quien los escucha, por medio de notas musicales, a perseguir sus sueños y no desistir en ningún momento.
“Buscábamos hacer una gira en una camioneta como cualquier otra banda, teníamos un coche pero sólo cabían los instrumentos y las maletas. Buscamos patrocinadores de empresas automotrices y no nos apoyaron. Un día nos llama un amigo llamado Rodrigo, de Toluca, quien nos dijo que nos prestaría un vehículo, pero su empresa se llama Boker World, y nos ofreció 6 bicicletas de montaña para recorrer el país”, cuenta Oliver.
La banda está conformada por Héctor Pulido en el bajo, originario de Pachuca, Hidalgo; Louni, de Guayaquil, Ecuador, ejecuta la guitarra eléctrica; Oliver Iturbe, en la voz; Cintia de Argentina, toca la batería, y Abdel Moreno en la guitarra.
El grupo inició con otra alineación, pues entre los primeros integrantes se encontraban Abdel, Hector y Oliver, pero otros miembros prefirieron no seguir esta gira, ya que esto implicaba dejar familia, pareja, etcétera, durante un año.
Posteriormente, surgió la idea de que la banda no estuviera sólo integrada por hombres, sino que hubiera participación de mujeres; se lanzó una convocatoria para casting a nivel nacional, pero pocas respondieron al llamado.
Después, en un canal de videos emitieron un mensaje, el cual fue respondido por Cintia, quien relata que “me arriesgué porque me sentí identificada con su idea, pero no los conocía y no sabía en lo que me metía; al final descubrí que eran buenos chicos, pero al principio fue difícil, sin embargo tuve el apoyo de mi familia”.
A las 3 semanas contactaron a Louni, quien también se sintió identificada con este sueño de hacer música y llevarla de gira de forma independiente, pero su llegada al país fue complicada. Al inicio, en el departamento de migración no le creyeron la historia de que vendría a México a hacer música y a vivir de la venta de discos.
“Sentí una corazonada, pero me trataron mal a la llegada, estuve encerrada en un cuarto durante 5 horas, sin comer, pero los chicos estuvieron desde afuera apoyándome justificando mi llegada; cuando salí lo primero que dije fue ‘tengo hambre’, me llevaron a comer tacos al pastor y me olvide de todo”, dice la guitarrista.
Ambas, al igual que el resto de los integrantes del grupo, pasan juntos fechas emotivas como el Día de la Madre, Navidad, Día del Padre entre otras, pues consideran importante mantener los lazos afectivos.
Así empezó la aventura, y con las bicicletas iniciaron el recorrido mientras que en el automóvil que tenían depositaron las maletas. La primera salida fue de Pachuca hacia Chetumal. Sin embargo, aunque nadie tenía experiencia como ciclista, aun así emprendieron el viaje.
Abdel recuerda que salieron el 28 de septiembre de 2013 de Pachuca, y llevan a la fecha 9 meses de viaje en los que han hecho más de 300 conciertos. Zacatecas es el estado número 26 que visitan, y sólo les queda 9 entidades más por visitar.
En Chetumal buscaban conseguir una camioneta, aunque no lo consiguieron. De ahí siguieron hasta Chiapas y con el tiempo llegaron hasta Tijuana, pasando por Matamoros. A los lugares donde llegan buscan apoyo de los sistemas estatales DIF, institutos de juventud y cultura.
Asimismo, dicen orgullosos que en cada ciudad hay personas que acuden a los conciertos y que les ofrecen ya sea alimentación u hospedaje, lo que indica que en cada mexicano existe ese espíritu de ayuda hacia otro mexicano.
“Es difícil sobrevivir una gira así porque cada día eso hacemos, sobrevivimos. Vendemos playeras y discos, pero tenemos la suerte de que en cada lugar Dios nos envía a un ángel para ayudarnos, dice Oliver.
El amor es el principal tema de inspiración para sus canciones, así como el mensaje de que la voluntad vence barreras para alcanzar sueños y metas; definen su música como un rock digerible que puede ser escuchado por personas de todas las edades.
“Es lo que hemos aprendido en este recorrido, porque al no tener las condiciones para hacer las cosas, no las haces y esperas hasta tener algo para iniciar. Pero tenemos que salir a buscar nuestros sueños con lo que tienes y si podemos dejar eso en quien nos escucha, es suficiente”, advierte Oliver.
Este recorrido lo están grabando los integrantes del grupo, para que al concluir la gira, se pueda editar un material de documental y poder darlo a conocer en los lugares a los que acudieron; así se podría tener el recuerdo de la aventura que iniciaron hace un año.
Dentro de las peripecias y anécdotas que recuerdan de este viaje, Héctor relata que tuvieron la oportunidad de conocer en Tijuana al destacado guitarrista mexicano Javier Batiz, con quien tocaron juntos algunas canciones.
