- El Mirador de Heródoto
Imposible hablar de la historia contemporánea de la UAZ sin contemplar la etapa de conversión del Instituto de Ciencias de Zacatecas (ICZ), primero en Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas (ICAZ), en octubre de 1959 y, posteriormente, en Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), en septiembre de 1968, hasta llegar al primer Foro de Reforma de nuestra querida institución a partir de 1971. Precisamente en torno a esa época se crean entre otras, la Escuelade Economía, de Contabilidad, de Odontología, Ciencias Químicas, Medicina Veterinaria y Zootecnia y la de Medicina Humana.
De los alumnos de aquellos tiempos, sólo por mencionar algunos, recordamos a José Luis Medina Lizalde, o El Oso Medina; Juan Francisco Valerio Quintero; Benjamín Arellano; Raymundo Cárdenas Hernández; Abel García Guízar El Amigo Abel, y Francisco García González. Entre los docentes de gran estimación, con una gran tradición en la docencia y presentes en el corazón de los universitarios y ahora miembros de la sociedad zacatecana: Heriberto Campos Bernal Campitos, creador de “Las Heribertas”, bebida espirituosa de aquellos felices días;Uriel Márquez Valerio, uno de los precursores de la autonomía del ICZ; José Abraham Torres, primer rector del ICAZ; Magdaleno Varela Luján, primer rector de la UAZ y Jesús Manuel Díaz Casas, decano de los rectores de esta etapa universitaria.
Todos ellos merecen un reconocimiento y la difusión de sus biografías, para que los ahora miembros de la comunidad universitaria conozcan su historia. Recordando a Guillermo J. Recourt, expreso: “no podemos amar aquello que no conocemos”, o dicho de otra manera, tenemos la obligación de adentrarnos en los antecedentes de nuestra alma mater y conocer quiénes han sido sus gestores y promotores, para enterarnos de su evolución y del por qué hoy es lo que es. ¿De qué otra manera se puede fortalecer la identidad institucional y el orgullo de pertenencia, si no es conociendo y reconociendo lo que somos?
Hoy iniciaremos ese viaje hacia el rescate de la historia de nuestra Máxima Casa de Estudios, y lo haremos a través de la semblanza de la Dra. Irene de Haro Arteaga, alumna y docente de aquélla, llamada por muchos, “la época dorada de la educación media y superior en Zacatecas”, resaltando que la Universidad Autónoma de Zacatecas, el Área de Ciencias de la Salud y la Unidad Académica de Ciencias Químicas, realizaron un acto de justicia al reconocer a esta docente investigadora por su trayectoria como alumna y profesionista.
En la ceremonia de graduación llevada a cabo en el teatro Calderón el pasado 4 de julio, la alumna Brenda Janeth Martínez Quiroz mencionó la causa por la cual eligieron el nombre de Irene de Haro Arteaga para esta generación, resaltando: “nuestra homenajeada, siendo un portento de trabajo y dedicación al estudio, es modelo para que los nuevos profesionistas sigamos sus pasos tanto en el campo de la química como en el desarrollo de vida”.
Irene de Haro Arteaga nacida en Zacatecas el 5 de febrero de 1939, fue la primera alumna que concluyó la carrera de QFB en aquella generación de 1967 de la Escuela de Ciencias Químicas, fundada en febrero de 1963, en el entonces ICAZ. Desde su fundación aquella institución desarrolló los programas de Ingeniero Químico y QFB, mismos que tuvieron sus primeras clases en las instalaciones de la Escuela de Ingeniería, luego en las anexas a la Mina del Edén en 1971, posteriormente en Guadalupe Zacatecas, a principios de los 80, para establecerse finalmente en su sede actual en el Campus UAZ siglo XXI, a partir de 2005.
La Dra. Irene de Haro Arteaga combinó siempre sus estudios con el trabajo, pues al mismo tiempo que estudiaba la preparatoria, impartía la cátedra de Química a los estudiantes de la secundaria y posteriormente, cuando ingresó a la profesional, a los de preparatoria del entonces ICAZ. Por su excelencia y calidad en la docencia del área química, con afecto entre los estudiantes se le conocía como “la molécula”. Así concluyó en 1967 la carrera de QFB.
Por las características que siempre mostró: la dedicación al estudio y su responsabilidad en las actividades docentes, fue invitada en 1968 a integrarse a la recién formada Escuela de Medicina. Muchos de los estudiantes de aquella época, tanto los mencionados en la primera parte de esta nota y otros, como Rafael Herrera Esparza y Javier Sánchez Pérez. Todos la recuerdan como una profesionista enérgica, disciplinada, con un carácter fuerte pero excelente docente tanto en la teoría como en la práctica.
En la década de los 70 se trasladó a la UNAM y permaneció como docente en la Facultad de Medicina por más de treinta y cinco años. Dentro de su producción académica están un libro de Parasitología, capítulos de otros y muchos artículos sobre la misma temática. Después de su jubilación, en 2005, regresa a su natal Zacatecas donde imparte periódicamente, y por invitación, clases y asesoría en algunos centros educativos. (Se pone a disposición una biografía más amplia).
Al nombrar a la Generación 2009-2014 de QFB “Dra. Irene de Haro Arteaga”, la Universidad inicia el saldo de cuentas en lo que a deudas morales se refiere, actividad a imitar.
Así se ve el mundo desde el Mirador de Heródoto. ■
*Cronista de la UAZ
