En las últimas reformas políticas se han propuesto mecanismos que mejoren la calidad de la democracia que ahora tenemos, y entre las propuestas más avanzadas está la consulta popular para que la población decida directamente sobre algunos actos de gobierno o la promulgación de ciertas leyes; también están las candidaturas independientes, donde ciudadanos sin partido se puedan postular a cargos de elección popular; y asimismo, la iniciativa popular, es decir, la posibilidad de que los ciudadanos puedan proponer al congreso en turno alguna ley que considere necesario se tome en cuenta.
Como se observa, todas estas propuestas están en el sentido de darle mayor poder a la ciudadanía. Sin embargo, una propuesta rechazada sistemáticamente ha sido la Revocación del Mandato, la cual es una medida de grandes beneficios para mejorar la imperfecta democracia que vivimos. La Revocación es la posibilidad de destituir a algún funcionario electo o designado por vía de la votación. Hay otras formas contempladas de destitución, como el juicio político en el Congreso, que prácticamente no se ha utilizado. En cambio la destitución por medio de la revocación es más democrática porque exige la participación directa de los electores.
¿Por qué es altamente benéfica la Revocación de Mandato? Porque mediante este procedimiento se le dota de efectividad a la idea de que la soberanía reside en el pueblo: la fuente que da y quita el poder está en los electores, y siempre debe estar ahí. En el mismo origen de la democracia moderna, el móvil central de ésta fue crear un sistema político donde el poder no se independice, sino que siempre estuviera en una relación de dependencia con los electores. Actualmente, una vez electo, el funcionario se puede desentender de los representados y nada pasa. En cambio, con la revocación se obliga al representante popular y al funcionario a estar más cercano a los representados, porque ellos pueden destituirlo en cualquier momento. Es decir, la revocación no sólo aumenta la soberanía popular, sino que fortalece la relación de cercanía de los dos componentes del sistema representativo. Otra ventaja importante, es que ofrece un procedimiento pacífico para resolver el descontento popular: si hay un fuerte conflicto, hay una manera de construir el desenlace con formas civilizadas, y con ello se evitan desenlaces dañinos a la sociedad.
De esta manera, el representante popular tendrá cuidado en mantener cercanía con sus representados, tendrá mayor responsabilidad en el desempeño de su trabajo y cuidará de cumplir su palabra empeñada. Porque de otra manera, existe la posibilidad de ser destituido por los electores. Sobre los procedimientos para aplicar la revocación, hay experiencias que pueden ayudar a generar una evaluación para elegir o diseñar el mejor posible. Estados Unidos, Venezuela y Colombia, tienen legislaciones que bien pueden ayudar para hacer una análisis de legislación comparada que los ciudadanos discutamos, y con ello, hacer posible que en Zacatecas contemos con la revocación del mandato, y así, elevemos de calidad nuestra maltrecha democracia.
