En estos próximos días iniciará la llamada “fiesta del futbol” en territorio carioca. En gran parte del mundo existe gran expectación en este magno evento. No obstante, nadie se ha fijado en el enorme costo de éste ni en las cosas que han pasado mientras se preparaba su realización, en la ineficiencia en su planeación y en su corrupta ejecución, no sólo para construir estadios y modernizar infraestructura, la cual a pesar de la inversión deja mucho que desear. Hablo de los costos deportivos que pasaron factura a más 50 futbolistas de diversas selecciones, los cuales fueron afectados por lesiones bochornosas en su mayoría y de las cuales increíblemente no se pudieron recuperar. También hablo de los costos sociales que también pasaron una enorme y pesada factura a la población brasileña, y no era para menos, todos esos millones utilizados estaban destinados originalmente a programas sociales; con el “supuesto” fin de mejorar la calidad de la población brasileña, se utilizaron de manera excesiva y desvergonzada para que Brasil tuviera una excelente y moderna imagen en su mundial. No es para menos mencionar las múltiples protestas que han acontecido desde un año atrás y a las cuales el gobierno sólo ha intentado disolver de manera violenta, siguiendo las órdenes de los gigantes mundiales, reprimiendo bruscamente el espíritu inconforme del pueblo carioca inconforme con su inoperante gobierno. Algo que es más bochornoso es el aumento en la prostitución infantil, sin que el gobierno haga algo al respecto, haciendo ojos ciegos a esta situación.
Este mundial será un enorme negocio. Pregúntenle a la FIFA, al corrupto e ineficiente gobierno brasileño, a las televisoras, a los patrocinadores etc. Todo sea por el “bien del futbol”
Mientras tanto, esta magna fiesta servirá para mantener a la población del mundo distraída de las cochinadas que hagan sus gobiernos, naturalmente en su perjuicio.
En fin, aquí se las dejo rodando.
