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martes, 23 abril, 2024
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Sonrisa joven, realidad vieja

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Por: RENÉ LARA RAMOS •

El país en vilo no es nombre de película, a diario continúa. Sin estar en cartelera de verano, es un espectáculo sexenal, con actores de gran experiencia (tragicómica), cuya seriedad, (¿solemnidad?) ante las cámaras, no las de representantes, comienza a la voz de: ¡al aire! Imagen y discurso, ¿podrán convencer? De diciembre de 2012 al inicio de junio de 2014, sigue el mismo discurso y la patria no se reconoce en ese espejo institucional. Se insiste y machaca con lo mismo, mientras el señor Videgaray va y viene a Norteamérica, sin inmutarse por lo que aquí pasa, recita ante los medios lo prescrito por el viejo discurso neoliberal y san se acabó.

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Los actos y sonrisas de cartón ante las cámaras, del que se supone, su jefe, Peña Nieto, presidente de México, ni lo reconvienen, ni detienen, ni reorientan hacia un rumbo que aleje a México del despeñadero y aún faltan cuatro años y medio. ¿A qué apuestan ambos, qué han ganado hasta hoy? A nada y en nada, la apuesta es el futuro. Cuando se hayan ido, después de 2018. ¿Alguien recuerda, se convocara al H. Congreso de la Unión o al Estadio Azteca, a un ex presidente de México y a su gabinete, para interpelarlo y a mano alzada, sancionarlo para recuperar los malbaratados bienes del pueblo de México? Necesario, cuán imposible de lograr en tanto de alguna forma y en distinto grado se abre más la posibilidad a la inversión extranjera en el petróleo, antes recurso propiedad de toda la nación, cuya explotación le correspondía, por excelencia y se suponía, su renta era para beneficiar a todos. En cambio, mediante las reformas, se incrementará su compartición con privados, locales o extranjeros.

El artefacto legitimador de tal atraco institucional es el H. Congreso, integrado con abrumadora mayoría priista, sin posibilidad política ni legislativa alguna para confrontar semejante decisión presidencial, sino sólo obedecer.

Todo indica que antes de servir legislativa y políticamente al pueblo, la mayoría priista aprobará cualquier propuesta enviada por el Presidente, sin importar origen, ni objetivos reales, ¿ni legalidad? En esa abrumadora realidad legislativa, ¿qué papel representa la oposición? ¿Genera alternativas, con visos de realidad y lucha, o agacha la cerviz por inconsistencia política o conveniencia? En el Diario de los Debates, ¿qué constancia quedará para la posteridad: de racionalidad política y prospectiva diversa, o de la sensibilidad y creatividad de los opositores? ¿Qué opinión distinta a lo autoritario se formará alguien que eventualmente lo consulte para hacer su tesis sobre los logros políticos del nuevo paraíso en la tierra, del neoliberalismo recargado? ¿Para qué batallar con novedades políticas, si el modelito resistió hasta dos sexenios panistas ¿y demostró? la imposibilidad de ser una real oposición política en México, con imaginación y consistencia suficientes como para imaginar algo distinto a sólo disfrutar las mieles emanadas de continuar el operar del modelo neoliberal? ¿Y la izquierda parlamentaria, de qué va, puras lástimas? Mientras, sin novedad, ni responsabilidad, avanza el agravamiento del malestar cultural y político que agobia de muchas formas a la base popular, mayoritaria en una pirámide con mayoría de jóvenes, cada vez más despojados de oportunidades y esperanzas, hasta la de estudiar por falta de recursos, lugares y opciones.

En cambio, se les empuja a consumir chatarra cultural, rentista, propia de una inmediatez que no opera sin lenguaje ni significados, cuyos spots se busca sean novedosos. El artículo de Rolando Cordera para La Jornada del domingo anterior, 01.06.14, reseña: Punto y aparte y los galleros a sus casas: no hay recesión económica, pero sí un crecimiento por debajo de lo que la sociedad requiere y de lo que su potencial permite. Con el agravante de que este lento y aletargado desempeño de la economía lleva ya casi treinta años y ha configurado buena parte de la vida social, como lo muestra la desgracia del empleo, la informalidad abrumadora y un régimen generalizado de salarios bajos.

Con el PRI, el PAN o el PRD, en el Poder Ejecutivo, de la República o de los estados, México permanece en el error político de soportar carencias y pobreza, con paliativos asistencialistas, sumado a lo antes indicado y mediado todo políticamente. Esta realidad, no será tocada por el debate fiscal, si se produce; ni por la realidad política nacional y si la reforma fiscal tiene o no carácter regresivo y redistributivo, queda en segundo plano ante lo real que Rolando Cordera sintetiza: “Lo que las cifras y sus proyecciones revelan es una menor creación de empleos formales y menos actividad lucrativa para los negocios. Tal vez, menos atractivos para la inversión nueva y, consecuentemente, un declive en las expectativas de ganancia que configuran las decisiones de inversión. Es decir, un panorama de estancamiento relativo extendido por tres décadas que se concreta en cansinos ritmos de actividad económica, por debajo de lo socialmente necesario y de lo esperado por muchos.” Procedimiento y resultado institucional del secreto a voces: el neoliberalismo permanece. ■

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