En medio de la crisis educativa y la reforma en marcha que busca revertirla, los despistados y desinformados buscan señalar a los maestros como culpables del fracaso escolar. En últimas fechas el fenómeno educativo ha estado envuelto en noticias con un grado de impacto. Algunas lindan en el amarillismo. Comisionados con sueldos estratosféricos que cobran sin trabajar, aunque en algunos casos resultó que el pago correspondía no a un mes sino a un año. Desorden en las nóminas del magisterio en los estados que no corresponden con las estadísticas del censo educativo del Inegi, reformas educativas cuestionadas e impugnadas por la Suprema Corte que ha interpuesto controversias porque los Congresos de las entidades y gobernadores no se sujetaron en la armonización con la legislación general que esperaba calcas fieles de las aprobadas por las Cámaras alta y baja. Y por si no bastara, la aparición en los medios de un problema eterno y crónico en las escuelas, el bulliyng o violencia contra los compañeros alumnos, fenómeno multifactorial incubado en el modelo económico prevaleciente, reproducido por un medio social violento y hogares inestables con carencias y problemas a lo que se agrega nuestro inveterado y secular racismo. Las evidencias así lo demuestran. Los maestros, actores importantes en este complejo marco y condiciones adversas, terminan siendo víctimas más que culpables.
Son pocos los periódicos que en Zacatecas practican un buen periodismo, en los términos en que García Márquez concebía al buen periodismo. Sólo es bueno, en opinión del laureado novelista y periodista que también fue, el rotativo que en sus páginas publica reportajes. La Jornada Zacatecas cumple con este perfil al publicar asuntos de la problemática social en diferentes ámbitos y de manera particular sobre temas de interés en el estado. Un acercamiento a los retos que implicara que la Reforma Educativa resulte exitosa es el la enorme brecha que existe entre las necesidades educativas y las carencias materiales y presupuestales para satisfacerlas. El periódico en cuestión público un reportaje especial con la firma de Martín Catalán Lerma (26/5/2014) que da cuenta a partir de la encuesta a dos profesores, uno de ellos trabaja en una colonia marginada de la cabecera de Guadalupe y el otro formador de docentes en la Normal de San Marcos, cuya percepción comparada por el autor del reportaje a la luz del algunos indicadores del Panorama de la Educación 2013, elaborado por la OCDE, muestra el subdesarrollo educativo en el que no encontramos.
Tras la falsa imagen marcada por las generalizaciones que difunde la idea de que los maestros son profesionales muy bien pagados y que su sueldo no se corresponde con los resultados que entregan, se hace abstracción de que atienden grupos numerosos por encima del promedio de los países de la OCDE y que su trabajo lo realizan en condiciones muy precarias. Pero además su sueldo es tan bajo en muchos casos se ven obligados a recurrir a la doble chamba.
Veamos. La labor de los maestros que laboran en comunidades rurales o colonias urbanas de bajo desarrollo no puede ser la óptima cuando las escuelas carecen de tecnología educativa, equipos de cómputo e Internet. Cuando la falta o mal estado del mobiliario deja mucho que desear y los establecimientos no cuentan con los apoyos asistenciales y de material didáctico más elementales y todo se busca solucionar con la buena disposición de los padres de familia vía las cuotas que voluntariamente a fuerza deben pagar. Ésta ni otra será la tónica de la autogestión introducida por las leyes secundarias.
La inversión que en el renglón educativo realiza México por estudiante, de acuerdo con el documento citado representa 20 por ciento del PIB, por debajo de 28 por ciento del resto de los países de la OCDE. El gasto educativo es bajo entonces, por lo que los resultados no pueden ser iguales a los países líderes. Menos si a los alumnos de primaria se les destinan menos recursos que a los niveles superiores. Aquí hacemos todo al revés. En Corea del Sur, país que en las últimas evaluaciones del organismo de marras terminó en primer lugar, su reforma educativa sí reforma el camino inverso a nosotros. Comenzó por darle más atención y recursos a la educación primaria y bajo una óptica piramidal sentó bien los cimientos en la educación elemental y construyó un edificio educativo solido en los demás niveles para logar el éxito en términos de bienestar social y productividad que hoy observa.
Sin que suene a justificación, Zacatecas con los estados de bajo desarrollo económico y escasa industrialización, sobre en las áreas urbanas de alta población tiene la desventaja de que mientras los maestros atiendan grupos de primaria y preescolar cuya matrícula dobla a los de España y en contrapartida mientras que en el medio rural aunque con escasa población, predominen las escuelas unitarias o multigrado, el rezago escolar seguirá presente.
Cuando en una escuela, como la de la Colonia de Ojo de Agua de la Palma, existen ocho viejas computadoras para un universo de 300 alumnos, ¿qué se puede esperar? Pero cuantas escuelas no cuentan ni siquiera con una computadora en la dirección y su encargado debe rendir los informes a sus superiores en la máquina de su casa o en un establecimiento con Internet público. Lo peor de todo y esto más que una contradicción es una aberración, los libros de texto incluyen temas con ejercicios en los que se recomienda hacer uso del Internet cuando las escuelas y en muchos hogares se carece de este servicio que representa un lujo para sus precarias economías. Es aquí en donde, sólo por poner, ante la falta de espacio, unos botones de muestra, vemos cómo mientras no se cierre la enorme brecha entre las necesidades y problemas de las escuelas y desafio que representa en términos asistenciales y de presupuesto abatir esas carencias, el pedregoso camino por el que habrá de transitar la Reforma Educativa en curso. ■
