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jueves, 25 abril, 2024
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Sinceras felicitaciones a quienes hoy están de manteles largos.

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Por: FERNANDO SANTACRUZ MORENO •

  • Punto y Aparte

Es lógico escuchar de manera insistente la necesidad urgente de decir y repetir que durante este sexenio se ha trabajado con intensidad para lograr la construcción de una infraestructura hidroagrícola importante, porque en una entidad como Zacatecas, es fundamental lo que en este sentido se ha conseguido hacer. Ya hay, a diferencia de otros años, una cosecha de agua importante que se aprovecha desde hace meses en el ganado y en parcelas destinadas a la producción de forrajes y a cultivar, plantar o sembrar, como usted lo quiera ver desde su ventanal, frutales distintos a los tradicionales como lo es el durazno y la guayaba, disminuidos ya en gran medida, casi en extinción pudiéramos decirlo porque ir a Jerez o a Jalpa y municipios cercanos, no es ya el mismo panorama, no circula ya en el aire aquél olor sabroso, halagador y penetrante al fruto de la guayaba, del durazno.

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En aquellos ayeres los productores pedían a gritos infraestructura para darle valor agregado a estos productos, se les construyeron algunas naves o bodegas y se les edificó una planta destinada al tratamiento de la guayaba para la exportación de calidad a Estados Unidos. Eso si hablamos de frutales y de la zona de los cañones, pero si usted recuerda, en los terrenos de Luis Moya, hubo una vez un presidente, “el presidente de los mexicanos”, que trajo recursos o apoyó a productores de brócoli en esa región de la tierra zacatecana. Había un gran movimiento de personas, hombres y mujeres que trabajaban las horas en las grandes extensiones de tierras plantadas especialmente de brócoli, había otros productos, pero aquella planta procesadora y empacadora de esta hortaliza, no tuvo mucha vida, pronto dejó de funcionar y ahí están los vestigios. Lo mismo está el cascajo de lo que era la planta receptora de guayaba allá por los rumbos o dominios del buen amigo Efraín Chávez, expresidente del municipio del doctor Calixto Medina.

El agua es un recurso indispensable en donde quiera; sin agua no hay prácticamente nada de acción o usted qué opina? Con la existencia de agua y un buen uso de la misma, se podrá detener ese paso que parece irrefrenable e irreversible de la desertificación de los suelos y se podrá avanzar, como ya ha quedado demostrado en la reciente convención nacional ganadera, en la recuperación del hato ganadero que fuera azotado gravemente por las sequías de los últimos años, consecuentemente y está ya también demostrado, extensiones de tierra que los campesinos dedicaban a la siembra del frijol, logrando rendimientos “de regular  pa’ tras” ahora ya están destinadas a la siembra de cebada maltera, de trigo y otros forrajes que sus cosechas sirvieron para alimentar a la caballada flaca de meses atrás. Hay plan de trabajo y habrá resultados, pero como siempre, hay uno o varios peros, para que el éxito se dé es necesariamente “ineludible” la decidida participación de todos, desde las instancias gubernamentales en sus distintos niveles, hasta el productor mismo y los representantes de las empresas que venden la semillas y los fertilizantes o insecticidas.

Ahora bien, si los resultados no se dan como se visualizan desde la alturas, pues lo mas sencillo es hablar con la verdad. Dejar de sembrar frijol es un objetivo y tiene sus fines específicos, pero mucho habrá que insistirle al campesino, al que por tradición y de generación en generación ha trabajado lo que queda de tierras productivas y ha sembrado este grano. No es fácil, eso también hay que decirlo, el hombre del campo se resiste a cambios por razones obvias: no hay confianza en las instituciones. Son muchos los brincos que se han dado que dizque para que el campo sea más productivo, para que ya no haya más abandono de los “hermanos de clase”, han sido muchos, muchos los millones de pesos que en sexenios se han destinado al campo y los resultados no son tangibles. De qué sirve que Zacatecas figure como principal productor de frijol, de cebolla, de chiles, de algunas hortalizas, si el volumen de la producción se va a los grandes mercados concentradores de México o de otros países como Estados Unidos. Es cierto y quien lo ha dicho lo ha dicho y bien, hay que detener el proceso de desertificación y hay que unificar esfuerzos para la construcción de un esquema de ganar ganar, pero todos, ya lo decíamos líneas arriba, desde aquél que hace el mayor de los esfuerzos hasta el que sólo está a la espera de “las caiditas”.

Y si nos regresamos poquito al punto de la falta de credibilidad en las instituciones, habrá que decir que no todo está perdido, pero se deberá de tener mayor cuidado, sobre todo ahora que los alebrijes brincan y saltan, como si la madre tierra estuviera “mucho muy caliente”, suelen  decir por ahí. En todo esto que hemos escrito, los partidos políticos y los políticos juegan un papel muy importante y los de más abajo, no deben dejarse llevar por el runruneo de gatos dormilones acostumbrados ya a vivir de “lo que caiga” con tal de no tener hambre.

Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega. ■

 

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