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viernes, 29 marzo, 2024
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Equipo que revisa drenaje profundo del DF se enfrenta a basura y gases dañinos

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Por: Notimex •

México, DF. Oscuridad, gases dañinos y basura de todo tipo, son algunos de los problemas que en cada incursión debe sortear el personal que desciende al drenaje profundo para realizar revisiones.

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Ácido sulfhídrico y metano, que de acuerdo con el doctor Alejandro García Jurado, quien acompaña al equipo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), pueden provocar desde dolor de cabeza hasta la muerte, es sólo parte de lo que pueden hallar.

“Nosotros somos los ojos de nuestros jefes, abajo hacemos una revisión para que arriba se tome una decisión luego de dar un informe conciso de lo que pasa”, explicó el jefe de Oficina de Drenaje Profundo, Julián Zarco.

Cursos diversos y la adquisición paulatina de equipo especializado contribuyen a que este equipo formado por al menos seis personas realicen su labor, pero para quien los encabeza, Julián Zarco, lo más necesario es la templanza.

“Debemos tener la serenidad de estar allá abajo. Hay veces que las cosas de abajo imponen, y necesitamos ser todos muy tranquilos muy serenos y podernos organizar”, puntualizó el funcionario.

En tanto que el jefe de la Unidad Departamental de Drenaje Profundo, Herminio Quechol Hernández, explicó que estos descensos se realizan al menos una vez al año, en temporada de estiaje.

Las incursiones sirven para detectar posibles daños estructurales en el drenaje profundo que pudieran provocar su colapso en algún punto, con lo que se obstruiría el flujo que corre en su interior provocando otras consecuencias.

Julián Zarco, por su parte, detalla que cada una de las personas que desciende debe equiparse con un traje plástico que evita que los vapores del drenaje profundo, donde se llega a tener una temperatura superior a los 30 grados, tengan contacto con la piel.

Sobre esto se coloca unas botas “pantaloneras” y un arnés, además de un equipo de respiración autónomo y una lámpara de mano, equipo que en su conjunto puede llegar a pesar entre 15 y 17 kilogramos.

Para su labor cuentan con un vehículo todo terreno con un peso aproximado de nueve toneladas, que al igual que ellos debe descender con ayuda de una grúa, por una lumbrera que llega tener un diámetro de hasta cuatro metros.

“Si vamos en vehículo avanzamos a 10 o 12 kilómetros por hora para hacer revisiones: que no haya fisuras o cualquier problema que se presente. Vamos tomando fotografías, distancias y la condición del túnel para reportarlas afuera”, explicó.

Por tanto para estos trabajos se requiere movilizar a gran número de personas que permitan a los que descienden contar con vigilancia médica y comunicación constante con el exterior.

“Son cosas que mucha gente no ve, no sabe”, de esta labor para mantener el funcionamiento del drenaje profundo y evitar con ello inundaciones.

En los más de 400 kilómetros que ha recorrido con su equipo en diferentes trabajos, desde el 2008, ninguno ha sufrido herida alguna, lo que se debe a la preparación y cuidado al realizar su labor como “ojos” del drenaje profundo.

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