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jueves, 28 marzo, 2024
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Educación para la innovación y la productividad en Zacatecas

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Por: RAYMUNDO CÁRDENAS VARGAS • Araceli Rodarte •

Ya es lugar común afirmar que la innovación científica y tecnológica es una de las claves para aumentar la productividad, y con ello, la riqueza de un pueblo. Por tanto, sería obvio que en Zacatecas tuviéramos una política importante orientada a la innovación de productos, procesos, prácticas organizacionales e institucionales. Y con ello, se diera sustento al crecimiento de la riqueza a mediano y largo plazo. Sin embargo, observamos únicamente algunos esfuerzos aislados que no logran constituirse en políticas que vinculen la educación y la economía. Pongamos por ejemplo la producción de alimentos en el estado. En el caso agrícola nos puede servir de muestra ejemplar el chile: en el mundo, hay una producción anual que rebasa las 27 millones de toneladas de producción. Es por tanto un producto de gran atractivo actual en el mercado mundial. No es gratuito que de los 90 a la fecha se hayan incrementado los rendimientos hasta en 40 por ciento. China genera más de la mitad de la producción mundial de chile. En México ocupamos el segundo lugar. Pero somos el país con la más baja productividad: el rendimiento por hectárea en México es de 13 toneladas, y en España es de 42.

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Estamos incluso por debajo de la media mundial. Otro ejemplo, son los invernaderos constituidos como empresas sociales. Este último ejemplo, es importante porque es una de las principales estrategias para reconvertir la actividad agrícola en el estado, que va de la forma tradicional campesina a esquemas vinculados a alta productividad con esquemas empresariales (en este caso empresas sociales). Sin embargo, observamos un botón: en el municipio de Guadalupe, los cinco invernaderos impulsados por Reforma Agraria, están en bancarrota: los cinco. Todos. Al diagnosticar, los dos ejemplos que aquí ofrecemos, nos damos cuenta que la causa de la baja productividad del chile y la bancarrota de los invernaderos, es la falta de innovación en productos y procesos.

En nuestros dos ejemplos, la solución es la inyección de saberes que innoven en productos y procesos. Es la vinculación de la inteligencia y el conocimiento en la producción. Pues algo tan obvio como esto no está programado. Los centros que producen conocimientos, como las universidades están aisladas. Ni siquiera contamos con una difusión de la investigación que  hacen las IES entre los agentes económicos del estado. La iniciativa privada no invierte en lo absoluto en este asunto: tenemos un empresariado ratonero. Y lo claro: tenemos un Estado no-inteligente. Pero las IES pueden crear un modelo de investigación orientado al desarrollo integral estatal, haciendo posible que dicha orientación genere la detonación de procesos de innovación en todos los aspectos de la producción, y en todas las clases de productores, desde campesinos no-capitalistas, hasta empresas privadas productoras de software. Deberemos empezar a pensar en un nuevo modelo de educación en Zacatecas, orientado al desarrollo endógeno, porque el actual modelo no sirve a nadie.

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