Estoy convencido que el ejercicio de la función pública aunado a un buen proyecto y visión de lo que se quiere, son fundamentales en el esquema de la democracia, la procuración de justicia, y la colaboración entre los Poderes Públicos del Estado, para que los resultados y los alcances requeridos florezcan en toda índole.
Es precisamente bajo esta lógica que hoy quiero referirme al arduo trabajo y a los grandes avances que en materia de seguridad, ha logrado nuestro gobernador del estado Miguel Alonso Reyes.
Hace ya casi cuatro años, Zacatecas padecía de forma agobiante este cáncer social. Una problemática que afectaba a grandes y pequeños, sin respetar estatus ni edad, extendiéndose por todo el territorio de la entidad hasta rebasar la frontera misma.
Nuestro estado fue sacudido además, por una enorme campaña de desprestigio que afecto considerablemente en el turismo, la inversión, la fuente de empleos, el comercio, entre muchos otros focos imprescindibles para el desarrollo de la tierra de cantera, cultura y plata.
Pero todo esto fue gracias al mal manejo de los asuntos públicos y la incapacidad para sostener las riendas de un gobierno ávido de cambio.
La inseguridad, fue la principal demanda ciudadana que el jefe del Ejecutivo recibía al mismo tiempo de recibir una administración sin pies ni cabeza. Pero hoy se da respuesta, los índices de inseguridad han disminuido considerablemente y la confianza en Zacatecas poco a poco se incorpora en el menaje económico.
Estamos a un año de comenzar las campañas electorales, y antes de que comiencen las de desprestigio, reconozco el esfuerzo que Miguel Alonso ha conseguido con trabajo y gallardía para erradicar esta problemática.
No nos dejemos sorprender con más discursos de oportunidades y confianza. No podemos dejar de nueva cuenta en manos de la inexperiencia y el ensayo, a un Zacatecas que hoy recupera en gran medida, parte de lo perdido.
A la mitad del camino, el gobernador del estado anunciaba la inversión inédita de más de 3 mil millones de pesos para abatir esta problemática; precisaba la construcción, instalación y operación de bases militares y Unidades Regionales de Seguridad para contrarrestar a las fuerzas que tenían secuestrado al estado; y ponía en marcha nuevos mecanismos para corregir la problemática desde raíz; hoy es una realidad, se está cosechando lo sembrado, hoy podemos respirar un Zacatecas en paz, un Zacatecas cultural y familiar, un Zacatecas seguro.
Hace algunos días, en conferencia de prensa se dio a conocer los resultados de nuestro “Festival Cultural” en su vigésima octava edición, arrojando resultados favorables para la entidad: con una derrama económica de 93 millones de pesos, saldo blanco y una afluencia turística histórica que rebasó 70 por ciento de ocupación hotelera.
En lo particular, esto me deja claro que se ha recuperado la confianza, que Zacatecas avanza con pasos firmes y rumbo claro, con la mira hacia la erradicación de este problema y bajo el esquema de un gobierno que se preocupa y ocupa de los intereses ciudadanos.
La política pública en materia de seguridad y procuración de justicia implementada por el gobernador de Zacatecas, digámoslo sin cortapisas, es clara y contundente.
Los exhorto a cambiar el dinamismo negativo y a ver la realidad de la esfera social, pero la realidad que es acompañada de las cifras y resultados.
Hoy por hoy, puedo decir que el trabajo no cesa para recuperar la tranquilidad de cada familia zacatecana, alineado a un modelo de desarrollo social.
Es cierto, falta mucho por hacer, pero hagamos lo propio desde las familias con la educación responsable de nuestros hijos; fijemos a la cooperación y la unidad como la fortaleza para hacer frente a los problemas; seamos promotores y hablemos bien de nuestra entidad, hablar bien de Zacatecas, es hablar bien de ti, de tus raíces, de tu cultura, es hablar bien de México. ■
Muchas gracias.
* Senador de la República
