En pleno siglo 21 el sistema educativo, la sociedad, los padres y los alumnos demandan por un maestro idóneo, culto y debidamente preparado que sirva como ente de cambio. Un profesional educado que facilite y guíe a sus alumnos por el camino del saber
Lynnette García Rivera
Resulta poco significativo hablar de un sistema educativo que no evalúa sus procesos, y si los evalúa, que no siga los procedimientos metodológicos y epistemológicos adecuados. La evaluación debe verse más como una necesidad que como una obligación dado que si sucede lo primero, nos responsabilizaríamos del proceso; el término evaluación es polisémico y se puede entender y aplicar de diferentes maneras, para el caso particular de este escrito, se hablará de la evaluación del logro académico de los centros educativos así como la relación que existe entre los buenos resultados de dichas evaluaciones y la garantía de que así se ofertará una educación de vanguardia.
A estas alturas se ha comprobado y oficializado que la prueba Enlace -que se ha venido aplicando desde 2006- ha estado atravesada por toda una serie de irregularidades, mismas que ha reconocido la nueva administración del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) :
1) Se ha desatado el fenómeno de la evaluacionitis, enfermedad que no se ha curado con la aplicación de los más de 80 millones de exámenes estandarizados, consecuencia éstos del programa Enlace; esto obedece a que en los centros educativos solamente adiestran la memoria de los estudiantes, los preparan para el momento del examen, mismo que no ha reflejado el nivel de conocimientos que el alumno construye, sino solo los aprendizajes que ha adquirido y que en cierta medida los refleja como saberes desarticulados, poco significativos y sin sustento epistemológico -esta es la orientación que tiene el instrumento de Enlace-.
2) La prueba es discriminatoriadado que pone a los maestros a competir por recursos económicos, oficializan la vocación del docente poniéndola en nómina, distinguen las “escuelas” buenas de las malas, los maestros que “valen la pena” y los que “no sirven” y, lo que es peor; clasifica a los alumnos “ejemplares” y a los “burros”.
3) Se han presentado dos fenómenos: la voracidad de empresas por querer participar en la impresión de los materiales correspondientes, y la venta ilegal de los instrumentos, pruebas o exámenes.
4) La prueba Enlace nunca fue evaluada dado que año tras año se aplicaba el mismo contenido a todos los contextos de nuestro territorio; en consecuencia, no comprendía las distintas realidades educativas existentes.
5) Por consiguiente, Enlace no ha resuelto los problemas educativos, más bien los ha agravado dado que no da pauta para la comprensión de la variedad de los conocimientos y aprendizajes realmente existentes.
Se ha informado que la prueba Enlace en educación básica desaparecerá, sin embargo, puede implementarse una evaluación similar, con otro nombre y tal vez con las mismas irregularidades.Para el nivel medio superior, esta prueba seguirá aplicándose.
¿Y la Educación de vanguardia?
Cierto es que las reformas educativas o cambios en los modelos curriculares deben llevar consigo el compromiso de transformar al sistema educativo, de modificar esquemas y crear escenarios que deriven en proyectos que garanticen el bienestar social; me sería difícil describir lo que es una educación de vanguardia, tal vez hablar acerca lo que esta implica, resultase un tanto más comprensible:a) En un primer momento se hace necesario realizar una evaluación al sistema o subsistemas educativos para saber cuál es el estatus epistemológicoque guardan, qué utilidad ha brindado a la sociedad y qué decisiones deben tomarse para institucionalizar nuevas reformas. b) promover al interior de cada subsistema educativo una autoevaluaciónen la que le permita mirarse al interior, valorar los procesos e instituir proyectos que sean consecuencia de necesidades que surjan en el contexto instituido o intervenido. c) la realización de diagnósticos situacionales en cada uno de los centros educativos para que, a partir de reconocer las fortalezas y debilidades, se diseñen proyectos específicos particularmente de orden transversal para que se fortalezcan dichos centros, y d) promover con los docentes la elaboración de un proyecto de intervención didáctico-pedagógico, dicho proyecto le brinda la magnífica oportunidad a los mentores de que diagnostiquen las necesidades propias así como las de sus alumnos y estructuren proyectos que realmente fortalezcan a los actores del hecho educativo y a las instituciones educativas.
En un primer momento hablé de la prueba Enlace como instrumento oficial que oficializa la garantía de una educación de vanguardia en tanto los resultados sean satisfactorios, posterior a ello se expusieron las acciones que se consideran necesarias para estar en condiciones de garantizar una educación de vanguardia. Ahora existe otra tercera postura oficial en la que se asevera que la educación de vanguardia es la que se obtiene como consecuencia de digitalizar las aulas. Cierto es que las tecnologías de la información y la comunicación favorecen al desarrollo de competencias digitales, sin embargo, dista mucho de garantizar así una buena educación o una educación de vanguardia; centrar el cambio o transformación en lo digital enfoca la solución hacia un lugar o contexto ideado. ■
