■ Una actividad que realizan con más frecuencia es la de limpiar parabrisas, informan
■ Pobreza y desintegración familiar, razones por la que los infantes laboran: Troncoso
Para este próximo 30 de abril, alrededor de medio centenar de menores de edad, en lugar de festejar y disfrutar del Día del niño, tendrán que trabajar en las calles de Fresnillo y arriesgar su integridad para obtener dinero con el que ayudan al sustento diario de sus familias.
Los infantes se han apoderado de los principales cruceros del municipio, no para jugar, sino para enfrentar la responsabilidad de ganar en promedio 100 pesos diarios en una jornada superior a las ocho horas, expuestos a las inclemencias de la calle, sin horario de descanso y la mayoría sin haber ingerido algún alimento.
Una de las actividades más comunes a la que ellos se dedican es a limpiar parabrisas; aunque los choferes no soliciten el servicio, los menores se lanzan a los vehículos en marcha para limpiar el cristal y a cambio esperan obtener una moneda por haber arriesgado su vida.
Los más pequeños aprovechan la luz roja de los semáforos para realizar malabares con piedras o naranjas y maniobras sobre el asfalto caliente. Otros más venden dulces o simplemente piden de la caridad de los conductores, quienes por lástima apoyan a los niños que han tenido que dejar los juegos a un lado a cambio de madurar precozmente para ayudar a sus familias.
La presencia de los menores en la calle es un fenómeno que se ha agudizado, pues en 2009 se tenían registrados 110 niños trabajadores; la cifra se ha multiplicado en los últimos cinco años, según el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Fresnillo.
Adriana Troncoso Carrillo, titular del programa Trabajo Infantil, justificó que el incremento de estadísticas se debe principalmente al fenómeno de la migración, pues muchos de los pequeños trabajadores llegan de otros estados a El Mineral, algunos de ellos son de paso y únicamente trabajan temporalmente en la vía pública.
El factor predominante por el cual los menores acuden a las calles a trabajar es la pobreza, y en la mayoría de los casos se suma la desintegración familiar y falta de apego de los padres hacia sus hijos, quienes los obligan a aportar dinero para el sustento de la familia, señaló.
Cuando se logra ubicar a un niño trabajador con los datos que proporcionan se realizan visitas domiciliarias, para en caso de detectar algún tipo de violencia, el DIF pueda intervenir o cuando haya deserción escolar poder gestionar un espacio para que el menor continúe con sus estudios.
“En caso de que los menores estudien, se cuenta con el beneficio de becas académicas, con las cuales se pretende dar seguimiento a que los pequeños trabajadores asistan de forma regular a sus clases y conocer las condiciones de los niños en el ámbito académico”, dijo.
Pero la mayoría de los menores trabajadores no logran ser candidatos, porque en caso de que reciban tres cartas de amonestación por el incumplimiento de los lineamientos establecidos por el programa, se da de baja definitiva al menor trabajador del apoyo de mil 700 pesos anuales; los niños indígenas son los que reinciden más en esta situación.
“El número de becas es bajo porque los menores trabajadores o sus padres no cumplen con los lineamientos establecidos por el DIF Nacional; tal vez tampoco les interese el monto económico del apoyo porque es poco, pero es para darle prioridad a los materiales necesarios para la educación y no para el sustento diario”, estableció la encargada del programa.
Las autoridades municipales reconocen que en el presente periodo vacacional de Pascua, las cifras de menores trabajadores de la calle ha incrementado y para tener el diagnóstico preciso, el DIF Fresnillo inició con la implementación de operativos en horario nocturno, buscando una muestra real del problema.
El operativo fue implementado en los principales cruceros como son Paseo de El Mineral, Prolongación Enrique Estrada, Bulevar Varela Rico, Centro Histórico y en los estacionamientos de centros comerciales, donde se concentran después de las 22 horas para regresar a sus hogares.
Según Julieta Ortega González, directora del sistema DIF, en la primera emisión de la verificación se detectaron 9 menores más que son originarios de las colonias Esparza, La Joya, El Sol, Emiliano Zapata y Lomas de Plateros. En algunos de los casos encontraron hermanos en búsqueda del dinero.
La funcionaria lamentó que no se cuente con los recursos económicos suficientes para apoyar a los menores que trabajan en la calle, pues gran parte de ellos también requieren de atención psicológica porque a su escasa edad tienen que enfrentar la obligación de mantener su hogar.
